domingo, 26 de noviembre de 2017

Carta abierta a Virginia Mayer

Desde hace aproximadamente dos meses salió al descubierto el plagio de su amiga Catalina Ruiz-Navarro en su trabajo de grado en la Universidad Javeriana para ejercer como Filósofa. Un plagio de cuarenta páginas que se puede comprobar en menos de una hora. El descubrimiento no fue mío sino de una persona o personas que no conozco y hasta donde tengo entendido tienen como propósito denunciar la deshonestidad y la mentira en intelectuales colombianos de toda pelambre; tengamos en cuenta que no es la primera vez que la descubren cometiendo este delito tan grave y es de toda la importancia el asunto, más si tenemos en cuenta que es feminista, periodista, mujer empoderada y abanderada de la denuncia y la justicia. Es muy grave que ella sea la maestra del plagio y todo siga igual, como si nada. Ni El Espectador, ni la Javeriana ni ella han pronunciado una sola palabra al respecto.
El interés de esas personas que denunciaron el plagio coincide con mis intereses y la única persona que ha opinado sobre este nuevo descubrimiento es usted; lo que llama la atención es que no le ha respondido a los administradores de la página que denuncia los plagios sino que me ha respondido a mí con agresiones de todo tipo. Primero me insultó con las peores palabras desde su cuenta de Twitter y ahora intenta intimidarme desde su espacio en https://www.publimetro.co/.
Entiendo que usted ame y admire a Catalina Ruiz-Navarro a pesar de que la han descubierto ya en dos plagios comprobados. Usted confunde el aprecio y la amistad hacia ella con el odio, el insulto y el deseo del peor sufrimiento para mí, como si una cosa tuviera que ver con la otra. En vez de pedirle explicaciones a su amiga sobre el delito cometido me convierte a mí en culpable y para acusarme no recurre a lo que escribo en este blog que usted tanto desprecia sino que rebaja usted la injuria, la calumnia, la amenaza a niveles de panfleto de grupo paramilitar. Yo creo que es muy preocupante lo que usted está haciendo en contra mía y aunque diga que no me está amenazando creo que no es una broma ni un juego literario lo que usted está haciendo a costa de mi nombre y exponiéndome a que si no lo hace usted anime a otras personas a agredirme físicamente, a hacerme daño de todas las formas posibles.
Ya sabe usted que mi bandera es la justicia y la honestidad intelectual, desenmascarar a los farsantes, a los grupos de amigos que se aplauden sus pésimas obras, a los que se toman por librepensadores, almas libres, amantes de la libertad de expresión cuando en realidad son algo completamente diferente, gente que representa un papel para parecer seres humanos admirables. ¿Usted ha pensado en las consecuencias que su ejercicio en contra mía arroja en un país como Colombia?: la muerte en la mayoría de los casos. Usted no acusa a Catalina Ruiz-Navarro porque es su amiga, como es amiga de los medios y los intelectuales que la protegen, pero el silencio de esos amigos poderosos no es tan peligroso como sus palabras y sus amenazas.
El director de https://www.publimetro.co/, el influyente y poderoso Alejandro Pino Calad, le abre un espacio en su medio y la felicita por la intimidación, le pregunto por qué le concede tantos privilegios a usted para atacar desde un medio a una sola persona y como era de esperarse él dice que no me conoce, no sabe quién soy yo y no entiende cuál es el problema, se aplica la ley del silencio como si se tratara de una película de la mafia y eso es muy preocupante porque no estamos hablando de coca ni de traquetos sino de periodismo, plagio, feminismo, decencia, honestidad intelectual…
¿No le parece que ese ejercicio que usted y sus amigos están ejecutando en contra mía es la materialización perfecta del abuso de poder en contra mía, una persona que apenas tiene este medio para expresarse, una pobre señora que anda a pie, no tiene escolta y no cree en los procesos judiciales en Colombia porque si no hemos podido comprobar que Alvaro Uribe Vélez está relacionado, por ejemplo, con falsos positivos, no creo que sea fácil llegar a la conclusión de que usted está cometiendo varios delitos en contra mía aunque no mencione mi nombre y aclare después de amenazarme de la forma más intimidante y violenta que no se trata de una amenaza. ¿Cree que por no escribir mi nombre y por afirmar y luego negar queda eximida de los delitos que está cometiendo?

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