sábado, 1 de julio de 2017

Nos separó la guisa

Andrés es un poco cruel.
Acaba de decir: a nosotros nos separó la risa y a ustedes los separó la guisa
¡Sí!
Todavía hablo con Andrés que en realidad es Juan Andrés
Con Juan -con el otro Juan- se acabó la bonita historia porque a la exnovia posesiva y asfixiante -que vive en otra ciudad desde hace varios años (pero nos tiene vigilados en Twitter y en Instagram desde cuando se enteró de mi triste existencia) le dio por encararme en público, me quiso armar bonche en Twitter, como diciendo Este hombre es mío.
Así no se puede
Decencia ante todo
Sentido de la estética
Eso es lo mínimo que nos debe caracterizar como seres humanos.
El amor pasa
Los buenos modales no se olvidan nunca.
¿Estamos?

El amor muerto como una mosca aplastada

en muchos aspectos
los buenos tiempos habían llegado por fin
aunque
seguía viviendo en un
apartamento derruido junto a la
avenida.

me había abierto paso a través
de muchos estratos de terrible
adversidad.

Siendo un tipo ignorante
con
sueños descabellados, al final
muchos se habían hecho
realidad (bueno, si
vas a probar suerte
más te vale pelear
por el premio gordo).

pero casi
de inmediato
(como suelen pasar esas cosas)
la mujer que amaba con locura
se largó
y empezó a
follar
de la mañana a la noche
con
desconocidos y
desconocidas
imbéciles
y (en honor a la verdad)
probablemente con alguna que otra
buena persona.

pero
(como suelen pasar esas cosas)
fue sin
aviso previo
y me dejó con
una lastimosa languidez
incrédula
y un doloroso absurdo
desgarramiento en el
corazón.

asimismo
al cambiar
las tornas
me salió
un inmenso
furúnculo
en la espalda
casi del tamaño de un
albaricoque, bueno, un
albaricoque pequeño
pero aun así una
monstruosidad y un horror.

arranqué el teléfono
de la pared
eché el pestillo
bajé las persianas y
me puse a
beber
solo para pasar
la noche, y
enloquecí, probablemente,
pero
en un nuevo sentido
extraño y
delicioso.

encontré una antigua grabación de
Careless Love
y la escuché
una y otra vez:
la desesperanza de
ese disco de blues
casaba exactamente con mi
jaula
mi lugar
mi propio ánimo
desencantado:

el amor muerto como una mosca
aplastada.

volví la vista atrás
deambulando por el pasado
reciente, caí en la cuenta de que como
ser humano
podría haber sido mucho
mejor, más majo, amable,
no solo con ella
sino también con
el tendero
el quiosquero de la esquina
la visita inesperada
el mendigo harapiento
la camarera cansada
el gato extraviado
el camarero soñoliento
y/o
etc.

seguimos quedándonos
a medias una y
otra vez
pero luego pensamos que
a fin de cuentas, tal vez,
no somos tan terribles
después de todo, y luego nos
encontramos con
una novia que
va follando por
ahí de la mañana a la noche
además nos sale
un furúnculo casi del
tamaño de un
albaricoque pequeño.

¡ay, el remordimiento!
¡ay, la pena!

¡y esa grabación de
Careless Love
a todo volumen
una y otra
y otra vez!

Vaya temporada
dando tumbos entres botellas de cerveza
y whisky
la ropa sucia tirada
los periódicos sin leer
los pesares y
los recuerdos
todos esparcidos por la
habitación.

por fin lo superé
una semana después, solo
para encontrármela
en el umbral
a las 9 de la mañana de un
domingo
el pelo bien
arreglado,
la cara minuciosamente
maquillada,
con un vestido limpio,
sonriente,
como si hubiera
hecho borrón
y cuenta nueva.

-estaba allí plantada,
no era más que una
zorra
boba y
liante-

después de haber probado a muchos
otros y haberlos
encontrado (de
una manera u
otra)
insuficientes

estaba de
regreso (esperaba
ella)
mientras le ponía una
cerveza y
me servía whisky
en el vaso casi
vacío

oyendo
entretanto en
mi cabeza
aquella canción
imposible de olvidar sobre
el amor desconsiderado.

pero si mi amor por ella se
había acabado
algo distinto estaba a punto de
empezar
cuando cruzó las largas
piernas
me ofreció su sonrisa
radiante
y dijo,
alegremente: “bueno, ¿qué has
estado haciendo en mi
ausencia?”.
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Muy duro para que le importe

Hay un tipo grande y gordo que viene a verme, se sienta
en el sillón grande y se pone a fumar puros
y yo saco el vino
y lo servimos.
El tipo grande se lo despacha de un trago y yo
no me quedo atrás.

Fuma diez puros cada noche y bebe tanto
como yo.
No parpadea siquiera
yo tampoco.

Es mejor cuando estamos a solas porque nunca
habla con otros
Lo que más me gusta es que nunca perturba la
imagen que tengo de él
es un hijoputa de lo más duro y yo soy
un hijoputa de lo más duro
y nos vemos más o menos
cada 3 meses y montamos nuestro
numerito.
cualquier otra cosa
nos mataría
a los dos.
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Orientalismo rebajado

Yoga
Visualizar
Budismo zen
Budismo tibetano
El poder del ahora
Colorear mandalas
Buscar la iluminación
Perdonar y perdonarse
Ser consciente de la propia respiración
Meditar durante horas sentado ante una pared blanca
Cada quien escoge su camino, la forma de llegar a la sanación del cuerpo y del alma a través de métodos presentados en oriente por las mentes más brillantes, por los magos y los sabios que al parecer están más cerca de la verdad que los amantes de la materia y la realidad real, del mundo tangible representado en casas, carros, centros comerciales, helados, ropa, tarjetas de crédito… objetos para que los demás sepan de nuestra propia valía, los juguetes favoritos de los niños del mundo, los eternos hermanos menores, los hijos arrogantes que deben producir la risa de Dios porque creen que lo tienen todo cuando en realidad no saben nada y creen que meditando y respirando van a mejorar de empleo o van a atraer la prosperidad (económica).
La mayor parte de la gente en Colombia no lee libros. Aman los noticieros, los partidos de fútbol, las cirugías estéticas y la plata fácil sin necesidad de trabajar, no conocen la historia de oriente ni de occidente, no han leído filosofía ni literatura, pero a través del voz a voz sienten que se apropian de las ideas fundamentales, de lo que a lo largo del tiempo occidente ha tomado de oriente y sienten que viven la Gran Transformación porque han asistido a la conferencia o al curso del embaucador de moda que puede ser un humorista, un cantante, un futbolista, una prostituta o una ex Señorita Colombia y actual presentadora de farándula del noticiero de la noche, un hombre o mujer que se lucra a costa de la ignorancia, la confusión o la desesperanza ajena para robarles lo poco que todavía tienen, sea su esperanza o las pocas monedas que quedaban en el fondo de la mochila.
Todos respiran, todos meditan, se sienten iluminados y ayudan a otros a llegar a la iluminación, todos se sienten el pequeño Buda que da ejemplo con su propia iluminación y quieren instaurarse como maestros, como modelos dignos de ser imitados.
La Búsqueda puede parecer auténtica en el reino de la confusión, el desempleo, el abandono del Estado y desmoronamiento de la familia, la escuela, la iglesia y todo lo que parecía un territorio seguro para sentir que hay un motivo para levantarse de nuevo cada mañana y ponerse los zapatos con entusiasmo, para vivir con la ilusión de que todavía tenemos algo que nos anime a continuar.

Educación en Colombia

En nuestra pobre patria se le da demasiada importancia a lo que nos define como gente respetable: ¿Qué estudiamos? ¿Dónde estudiamos? ¿Dónde vivimos? ¿Cuánto ganamos? ¿Viajamos? ¿Cómo viajamos? ¿A dónde viajamos?
No importa lo que somos sino lo que tenemos y lo que representamos y lo gracioso del asunto es que la mayoría de los colombianos sobreviven con menos de dos salarios mínimos. Muy triste, pero eso somos: gente que vive de la apariencia aunque no tenga mucho para mostrar.
Para ser respetados por otros colombianos hacemos lo que no nos gusta hacer. Estudiar, por ejemplo.
Yo no quería estudiar porque me aburría mucho en salones compartidos con personas a las que no me interesaba conocer y con profesores que me inspiraban una mezcla de risa y pesar porque eran muy ignorantes, muy temperamentales o muy convencidos de su triste papel. Si me hubieran dejado tomar mi decisión consciente seguramente no hubiera termina ni siquiera la Básica Primaria porque desde niña sentía que todo lo podía encontrar en los libros. Sin profesores, tareas, guías ni repeticiones absurdas.
Pero estudié para ser complaciente con el público, para que se sintieran satisfechos cuando les dijera que soy profesional con maestría aunque tantas veces haya sentido que la universidad colombiana es retrógrada, conservadora y poco dispuesta a oír las opiniones de los estudiantes. Mi paso por la universidad fue una especie de tortura porque tuve que contenerme durante seis años para no decirle a mis profesores lo que pensaba de ellos y porque tuve que aceptar que me impusieran unas ideas y me hicieran creer muchas mentiras que algunas veces he repetido.
Ahora que ha pasado tanto tiempo me pregunto cómo será una verdadera universidad, un espacio académico con investigadores comprometidos, con estudiantes convencidos de que quieren hacer un aporte en artes o en ciencias, no simples seres humanos que ven la universidad como un espacio social en el que se encuentran con gente parecida a ellos porque pagaron determinada cantidad de dinero para ingresar a la prestigiosa institución.
Mi sospecha es que la mayoría de los estudiantes de educación superior en Colombia no llegaron a las aulas pensando en ser lo mejores, en llevar al país hacia el desarrollo, en aprender con entusiasmo y con amor, en consolidarse como seres humanos éticos y comprometidos sino que estudian para complacer a la familia, para hacer sentir mal a los compañeros de bachillerato que no tuvieron plata para estudiar en universidad privada o no pasaron el examen de admisión en la pública.
En Colombia los jóvenes deberían rebelarse, estudiar sólo si de verdad lo desean, no deberían ser tan complacientes con la familia y no deberían ser tan sumisos ante las exigencias sociales. Un país de pobres presumiendo porque pagan millones en una universidad privada para saber que siempre ganan los mismos: los dueños de las universidades y los banqueros.

Mercado de lágrimas

Ayer apareció en Facebook el gran amor de mi vida, el primero, inocente, puro y perfecto, el que pensaba que iba a ser para siempre porque yo era una niña inocente y pura que no había vivido casi nada. La mayor parte del tiempo de esa vida tan corta había transcurrido entre libros y cometas que elevaba en la terraza de mi casa todas las tardes de todos los días de la semana. Lo conocí y era el hombre perfecto y todos y todas pensaban que lo era: inteligente, talentoso, tranquilo,  gracioso, sincero, apasionado, detallista, hermoso… No lo pensaba yo, lo pensaba toda la gente que lo conocía, era un niño hermoso de 18 años que medía 1.80 y ponía nerviosas a las niñas bonitas. Cuerpo perturbador, sonrisa perfecta. No era una ilusión óptica, era real tanta maravilla hecha carne y yo era La elegida.
La novelita se acabó y yo casi me muero porque pensaba que era para siempre, una historia de amor para toda la vida como en las telenovelas que nunca vi pero imagino muy dramáticas como mi triste historia de amor. El también estaba atado al sentimiento, llegó a pensar que yo era una especie de bruja que lo atrapaba con plantas poderosas, un día me lo dijo temblando de ira y a punto de echarse a llorar de impotencia porque soñaba con tener más novias, los dos éramos el primer amor de nuestras vidas, los dos sentíamos que no podríamos separarnos jamás, más yo que él.
El conocía a otras mujeres y siempre regresaba vencido, diciendo que no podría vivir sin mí, así transcurrieron doce años de nuestras cortas vidas. Hasta que un día apareció un amigo que se interpuso entre los dos de forma violenta sin conocerlo a él. Me sugirió que dejara la bobada y lo sacara de mi vida con violencia desmedida, como en las telenovelas que nunca vi, con mucho drama. Lo hice y funcionó, desapareció gracias a mi drama durante quince años, pero anoche volvió a aparecer.
Hablamos una hora hoy y a continuación compartiré con la distinguida clientela los pasajes más emotivos de tan excepcional encuentro virtual:
Hola, ¿Cómo estás? ¿Qué hay de tu vida? Espero que bien.
Bien. ¿Usted cómo está?
Hola bien, en Bogotá esta semana
No me diga. ¿Y acaso no vive en Bogotá?
No, me fui desde el 2007 y estuve viviendo en Venezuela hasta el año pasado pero ya no aguanté más
¿Y usted se casó? ¿Tiene hijos? ¿Con quién vive la señorita?
Tuve marido tres años pero nos aburrimos, vivo sola
Sí, a veces viene bien la soledad, pero no es buena consejera
Yo he vivido sola durante mucho tiempo y me gusta
¿Ve?, tengo buena memoria
Sí, muy buena memoria
Bueno, es difícil que las cosas buenas se olviden y con usted compartí cosas muy buenas
Sí. Buenos recuerdos. El primer amor
Yo fui papa a los 39 tengo una niña de 6
Yo también tenia mis dudas pero ha sido una experiencia gratificante
Yo tengo suficiente con los sobrinos. Tengo sobrinos de 30 y de 2
Yo pienso que las personas que pasan por nuestras vidas indistintamente si son buenas o malas, cumplen una función formadora en nuestro crecimiento
Mi esposa venezolana es acuario del mismo día 2 pero nos llevamos terrible
¿Por qué decidió hablarme después de tanto tiempo?
Bueno, por lo dicho anteriormente. Hay personas que pasan por nuestras vidas y aportan algo y eso hace que no se deshechen y sean arrojadas a la caneca del olvido
Sí. Le deseo mucha suerte en todo. Ojalá se vuelva a encontrar pronto con su esposa y su hija y sean muy felices
Me gustaría algún día verla y tomar un café y charlar
Pero para qué. Somos otros. No nos vemos hace mucho tiempo
Sí, no sé cuántos años han pasado
Muchos
Ok, la dejo, no le quito mas tiempo. Esta ciudad ha cambiado mucho, y no para bien, ok
Lo mismo. Mucha suerte en todo

Como en el punk

“Muy buena labor la que hace y me emputa que la gente no se lo reconozca, aunque debe tener muchos lectores explícitos y callados, claro. Usted tiene que seguir firme en la independencia, la autogestión, y escribir más en el blog, cada vez escribirá mejor y luego recopila en libros. Y para la Luis Ángel Arango. Usted es punk sin saberlo”.
Ahora la transcripción de un audio de mi manager, asesor de imagen y guía espiritual.
Con ustedes Juan Sebastián Lozano:
“Hoy estaba, ah, bueno, anoche me puse a, a mirar, a leer su blog y hay cosas muy buenas, yo no sé por qué los últimos yo no los había leído y estaba leyendo todo eso que usted puso de las conversaciones que teníamos  nosotros, del simio lujurioso y otras. Muy bonito, todo eso le quedó muy bien. No sólo eso sino que leí alguna crítica por ahí a Catalina y a Virginia Mayer y a mí me pareció muy coherente a pesar de que algunas cositas ahí que no estoy de acuerdo pero, en general me pareció coherente y están muy bien escritas y muy buenos. Estaba pensando que por qué la gente no reconoce eso, la gente es muy mezquina ¿No? Esos posts que usted tiene ahí son muy buenos, incluso hay uno de, de las cartas, que usted nombra de los Arcanos, que yo soy Marte y que nací el 9 de julio y no sé qué, que me encantó. Eso puedo ser un cuento. Incluso parece, es mejor que, parece un cuento de esos de Bolaño, de Las putas asesinas, pero muy chévere, muy buenos, y me emputa que la gente no reconozca eso, claro, porque de pronto por escribirlo gratuito y eso ¿No? Si estuvieran en un libro o algo así sería distinto. Pero también pienso que el medio es el mensaje y que el espacio para eso es el blog, para eso que usted hace. Pero me parecieron muy buenos y entonces retiro mi, la leí y la admiro más, en serio, retiro mis cosas cuando le decía que a veces no me convencía lo que escribía. Esto, esto que leí anoche me convenció mucho, las cartas sí me dio un poco  pereza leerlas, la verdad, pero esto que escribió, que ha escrito últimamente, muy bueno. Me ha gustado mucho y la felicito.

De 10 a 4

Ante la impotencia de la  página en blanco me acaban de dar dos consejos para que regrese la musa:
¡Oblígate a escribir!
Funciona masturbarse, una ducha y luego ¡Manos a la obra!
Mucho mejor si es de diez de la noche a cuatro de la mañana.
A mí me ha funcionado siempre
¡Ay! ¡No!
Ese no es mi método, dije yo un poco turbada
Me gusta escribir de forma natural, sin presiones, sin compromisos, sin que se trate de un encargo o de demostrarle al mundo que soy poeta, intelectual, pensadora, columnista, analista…
Escribir por escribir, eso es lo que me gusta
Que los dedos vuelen sin saber a dónde van,
Sin cálculo ni premeditación.
Las ideas aparecen caminando y sólo escribo de día aunque hoy hago una excepción porque apenas hace veinte minutos me dieron los consejos y van a ser la diez de la noche.
¡Sí puedo escribir de noche y no precisamente después de caminar, pero la idea de darme amor, tomar una ducha y luego saltar al teclado es una experiencia muy espectacular para alguien como yo!