sábado, 1 de julio de 2017

Mercado de lágrimas

Ayer apareció en Facebook el gran amor de mi vida, el primero, inocente, puro y perfecto, el que pensaba que iba a ser para siempre porque yo era una niña inocente y pura que no había vivido casi nada. La mayor parte del tiempo de esa vida tan corta había transcurrido entre libros y cometas que elevaba en la terraza de mi casa todas las tardes de todos los días de la semana. Lo conocí y era el hombre perfecto y todos y todas pensaban que lo era: inteligente, talentoso, tranquilo,  gracioso, sincero, apasionado, detallista, hermoso… No lo pensaba yo, lo pensaba toda la gente que lo conocía, era un niño hermoso de 18 años que medía 1.80 y ponía nerviosas a las niñas bonitas. Cuerpo perturbador, sonrisa perfecta. No era una ilusión óptica, era real tanta maravilla hecha carne y yo era La elegida.
La novelita se acabó y yo casi me muero porque pensaba que era para siempre, una historia de amor para toda la vida como en las telenovelas que nunca vi pero imagino muy dramáticas como mi triste historia de amor. El también estaba atado al sentimiento, llegó a pensar que yo era una especie de bruja que lo atrapaba con plantas poderosas, un día me lo dijo temblando de ira y a punto de echarse a llorar de impotencia porque soñaba con tener más novias, los dos éramos el primer amor de nuestras vidas, los dos sentíamos que no podríamos separarnos jamás, más yo que él.
El conocía a otras mujeres y siempre regresaba vencido, diciendo que no podría vivir sin mí, así transcurrieron doce años de nuestras cortas vidas. Hasta que un día apareció un amigo que se interpuso entre los dos de forma violenta sin conocerlo a él. Me sugirió que dejara la bobada y lo sacara de mi vida con violencia desmedida, como en las telenovelas que nunca vi, con mucho drama. Lo hice y funcionó, desapareció gracias a mi drama durante quince años, pero anoche volvió a aparecer.
Hablamos una hora hoy y a continuación compartiré con la distinguida clientela los pasajes más emotivos de tan excepcional encuentro virtual:
Hola, ¿Cómo estás? ¿Qué hay de tu vida? Espero que bien.
Bien. ¿Usted cómo está?
Hola bien, en Bogotá esta semana
No me diga. ¿Y acaso no vive en Bogotá?
No, me fui desde el 2007 y estuve viviendo en Venezuela hasta el año pasado pero ya no aguanté más
¿Y usted se casó? ¿Tiene hijos? ¿Con quién vive la señorita?
Tuve marido tres años pero nos aburrimos, vivo sola
Sí, a veces viene bien la soledad, pero no es buena consejera
Yo he vivido sola durante mucho tiempo y me gusta
¿Ve?, tengo buena memoria
Sí, muy buena memoria
Bueno, es difícil que las cosas buenas se olviden y con usted compartí cosas muy buenas
Sí. Buenos recuerdos. El primer amor
Yo fui papa a los 39 tengo una niña de 6
Yo también tenia mis dudas pero ha sido una experiencia gratificante
Yo tengo suficiente con los sobrinos. Tengo sobrinos de 30 y de 2
Yo pienso que las personas que pasan por nuestras vidas indistintamente si son buenas o malas, cumplen una función formadora en nuestro crecimiento
Mi esposa venezolana es acuario del mismo día 2 pero nos llevamos terrible
¿Por qué decidió hablarme después de tanto tiempo?
Bueno, por lo dicho anteriormente. Hay personas que pasan por nuestras vidas y aportan algo y eso hace que no se deshechen y sean arrojadas a la caneca del olvido
Sí. Le deseo mucha suerte en todo. Ojalá se vuelva a encontrar pronto con su esposa y su hija y sean muy felices
Me gustaría algún día verla y tomar un café y charlar
Pero para qué. Somos otros. No nos vemos hace mucho tiempo
Sí, no sé cuántos años han pasado
Muchos
Ok, la dejo, no le quito mas tiempo. Esta ciudad ha cambiado mucho, y no para bien, ok
Lo mismo. Mucha suerte en todo

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