Tercero
Mirar quién soy yo, disminuyéndome; por ejemplo: cuánto soy yo en comparación de todos los hombres; segundo, qué cosa son los hombres en comparación de todos los ángeles y santos del paraíso; tercero: mirar qué cosa es todo lo creado en comparación de Dios, pues yo solo ¿qué puedo ser?; cuarto, mirar toda mi corrupción y fealdad corpórea; quinto, mirarme como una llaga y postema de donde han salido tantos pecados y tantas maldades y ponzoña tan túrbida.
San Ignacio de Loyola
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