viernes, 17 de julio de 2015

El parlache

Texto número cuatro
-Quiubo.
-Bien.
-Hijueputa. Más mal, estuve en el entierro de Janik.
- ¿Cómo?
- Sí, hijueputa, lo mataron el viernes.
- Vida marica: ¡lo mataron! ¿Quién fue el gonorrea?
- No que va, el malparido se mató solo.
- ¿Mande?
- Sí, íba en una moto como Jerry y se le atavesó una puta buseta y el gorzobia voló, explotó.
- Hijueputa, es güevón vivito todavía no se pasaba de remojo, pa' ir a matase él mismo.
- Sí, aquél... está más grave, el que lo íba parrillando y a ese sí no, sólo se jodió una mano y se cortó la cara. Ese man ya está es de mental y no hace sino gritar, dizque: viejo, por qué vos, hijueputa, y casi no lo deja enterrrar.
- Jerry es un amor, una nota, Hoy mismo me piso pa' allá. El no se va a joder más.
-Yanik quedó más lindo, todo nota, lo peinaron muy cuquita, yo me tomé todo un rollo con él; pero ahí el feto era yo, él estaba preciosis. Los muchachos, cuando lo íban a enterrar, se tiraron a es gueco, casi no dejan hacer nada. Los chachos están dolidos, más si no tienen por qué vengarse. Porque cuando hay con quién, ellos se desahogan, pero ahora están con eso adentro. Mejor no vas donde Yerry.
- ¡Las güevas! Así me den chumbimba, yo tengo que ir, tengo que estar con él, a la efe, como debe ser, ¿o sino qué? Yo vuelo, no, olvídate, ese man me necesita.
-Sisas, tienes razón, cuando él entienda te va a agradecer.
-Bueno parcera, parlamos, paso por vos a las ocho pa' que nos pisemos pa la novena.
-¡Jmp! Hijueputa, me dañaste la mañana. Chao.
-Bye.
Texto número cinco
Historia de alguien
Mi nombre es Juan me gusta tener plata y me acostumbre a tenerla. Cuando resulta algún negocio lo hago siempre y cuando valga la pena. Me acuerdo de un cruce que hice con unos parceros cuando matamos a un man que era muy picado porque tenia plata. Resulta que ese man toco con un parcero que se llamaba Miño y ese parcero decia que el dia que ese man tocara con él, lo tiraba al piso y asi fue; nosotros sabiamos donde trabajaba ese man y a que horas salia, mejor dicho sabiamos todo de el, cierto dia le montamos la perseguidora desde el San Andresito del palacio hasta el parque Bolivar, ese dia ibamos Miño, otro parcero y yo que eramos los que mas hambre le llevabamos, miño llevana un 38, nacho osea el otro parcero llevaba una 45 de 18 litros y yo llevaba una 3.80. Cuando ese pirobo llego al parque Bolivar no le fuimos encima miño y yo, y nacho se quedo cuidando de que vinieran los tombos; y es tan de buenas ese pirobo que cuando yo me le pegue a darle gatillo se me encascaro la pistola y entonces ese marica se habrio a correr y miño le solto como cuatro pepasos de los que le pego dos en una mano. Nostros cuando se armó esa bronca nos habrimos todos piedros porque no lo pudimos cascar; y cuando ibamos llegando al esquinazo unos celadores que estaban en el edificio nos montaron la perseguidora, entonces nosotros nos asaramos y miño como estaba tan asao les hizo dos tiros y se los pego auno de los celadores y ahi mismo el otro se escondio en una viga y nos hizo un tiro, ahi si nos toco a miño y yo voliar candela corrida hasta que nos volamos, subimos y cogimos un taxi en sucre y nos trajo hasta el barrio, ese dia nos quedamos muy piedros porque no pudimos cascar a esa gonorrea creido, y nos pegamos una traba ni la hijueputa en la casa del parcero. Pero lo chimba fue cuando lo cascamos, al otro dia como el ya sabia que lo ibamos a cascar se puso mosca con nosotros y le comento a unos cascones de la 14 que nosotros lo ibamos a matar, los pidio patrocinio, eso manes le dijeron que fresco que ellos arreglaban ese problema, que todo bien, pero perdió el año porque esos manes lo iban a lo bien con nosotros y nos comentaron lo que esa loca les habia dicho.
Después de eso pasaron como cinco dias hasta que le llego el dia de la pijama de madera. Al sabado fuimos miño y yo y no la parchamos en una esquina a esperarlo que saliera para el trabajo, el salia como a las 7 de la mañana y nosotros a las 6 ya estabamos esperandolo. Cuando como faltando 10 para las 7, fue saliendo todo campante mirando para todos lados y nosotros no le escondimos, lo dejamos que llegara hasta donde nosotros estabamos y lo encañonamos, yo le puse la tola en la cabeza y miño se lo puso en el pecho, cuando yo menos pense miño le pego el primero y detras de ese se le fueron como 12 pepinos, bolbimos y cargamos los fierros y lo raquetiamos, siempre le quitamos una cadena de oro que valia las lucas, un reloj enchapado en oro, un 32 corto y como 500 mil pesos que llevaba en un maleto.
Por eso es que yo digo que a la final por mucha plata y por muchos fierros que uno tenga no se debe picar por que mas ligero se muere, como esa gonorrea que se murio con plata y se tuve que tragar el fierro.
Yo le quiero dar un consejo a los chinos que les gusta la maldad, que por muchos cruces que hagan y por muchos fierros que mueban no se den cartel que eso es lo que lo mata a uno más ligero; el parcerito miño ya esta muerto, lo mataron los milicianos en manrique, esos manes si son sangre fria lo mataron de confianza delante de los parceritos que porque era un traqueto y asi cruces. En este momento el combito esta bien, tenemos fierros con que trabajar y hay chinos frenteros como nacho que todavia esta vivo y se apunta pa lo que sea.
El parlache. Luz Stella Castañeda y José Ignacio Henao. Medellín: Universidad de Antioquia. 2001.184 páginas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario