Calvas cabezas que olvidan sus pecados,
Respetables calvas, viejas e instruidas
Editan y anotan los versos
Que jóvenes, inquietos en sus lechos,
Rimaron con amoroso desespero
De halagar el ignorante oído de la Belleza.
Todos andas con rodeos; todos tosen tinta;
Todos gastan la alfombra con sus pasos,
Todos piensan lo que otros piensan;
Todos conocen a quién conoce el vecino.
Señor: ¿qué dirían
Si su Cátulo caminara de tal manera?
W. B. Yeats
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