miércoles, 15 de julio de 2015

Insomnio

Tanto como en los sufrimientos del cuerpo, influye la noche en las penas del alma. Presta a todo un color sombrío, y las imágenes que de día eran indiferentes, e incluso ridículas, nos angustian y torturan por la noche, como fantasmas, como si las tinieblas les confirieran poder. El intelecto parece doblar su actividad durante la noche, y la razón pierde su control. Una especie de fantasmagoría interior nos desconcierta y aterroriza, sin que seamos capaces de apartar de nuestra mente la causa de nuestros temores, o de poner en duda su realidad.
Prosper Mérimée
La salud no se autoanaliza, no se ve en el espejo; sólo nosotros, los enfermos, tenemos conciencia de nosotros mismos.
Italo Svevo

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