Acabo de terminar una clase en la que se le propone a los estudiantes seleccionar una cultura juvenil urbana para hacer un registro de observación (diario de campo), una búsqueda bibliográfica y un informe final. El diario de campo es un proceso subjetivo, la bibliografía lo lleva a la objetividad y el informe final a la intersubjetividad; el primer proceso es de observación, luego viene la comprensión, para culminar con la interpretación, el fin último de todo proceso de lectura.
Desde que se considera texto no sólo el registro escrito sino todo aquello que se pueda observar, comprender e interpretar, los niveles de lectura de ensayos y de literatura son aún más bajos. Anoche, en otra clase, partí del presupuesto de que todos habían leído Cien años de soledad, sólo lo había leído un estudiante. ¿por qué? porque los demás no tuvieron un profesor de literatura que los obligara, yo los voy a obligar a leerlo este semestre.
Mi hermana está muy preocupada, ella dice que en su bachillerato leyó varios novelas muy aburridoras pero leyó varias novelas, sus hijos no leen literatura en el colegio, lo poco que conocen lo conocen porque ella los motiva para que lean; cuando las actividades lúdicas, el libre desarrollo de la personalidad y la idea de que todo es un texto se populariza se pierde más de lo que se gana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario