Tenía la firme intención de dejarme crecer el pelo hasta el día de mi muerte para parecerme un poco a Marina Abramovic, para verme un poco más imponente.
Fracasé como siempre.
¿Cuál es el problema?
Tengo mucho pelo, pesa mucho y me agobia cuando llega a cierto límite. El límite lo sentí hoy en su máximo nivel y no lo dudé más: tuve que cortarme el pelo, mucho pelo.
Me quité la mitad antes de salir a caminar y me sentí un poco aliviada, pero algo me decía que tenía que cortar un poco más y este es el resultado.
Con el pelo corto, cuando me quito una buena cantidad de pelo de encima, siento que me elevo, me resplandece la mirada.
Observen con atención:


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