¿Qué se puede hacer con ochenta años? Probablemente, empezar a darse cuenta de cómo habría que vivir y cuáles son las tres o cuatro cosas que valen la pena.
Uno y el universo
A lo largo de su casi centenaria vida Ernesto Sábato se ha consagrado a buscar la experiencia que lo lleve a la compresión de los grandes interrogantes, en cada una de las actividades que ha realizado se ha comprometido con la pasión de quien supone que por fin, a través del camino recorrido, la vida lo conducirá a la experiencia que le revelará las grandes respuestas. Ernesto Sábato se comprometió con la política, la ciencia, la literatura, la pintura y, finalmente, con la vida, parece haber aceptado que la única forma de vivir y comprender la vida es precisamente a través de la vivencia, a través de la expresión de lo exclusivamente humano, de lo que no parece tener un sentido trascendente a los ojos de un Intelectual: "En los juegos de los chicos percibo, a veces, los resabios de valores que parecen perdidos para siempre, pero que tantas veces descubro en pueblitos alejados e inhóspitos: la dignidad, el desinterés, la grandeza ante la adversidad, el coraje físico, la entereza moral" (Sábato. 2004: 45).
Su primera novela fue El túnel y su primer libro de ensayos Uno y el universo, parece que al escribir estos dos libros tenía clara su concepción sobre la literatura, el sentido de ser intelectual y las grandes posibilidades que le puede brindar el conocimiento al ser humano sin que entre estas posibilidades se hallen las respuestas a las grandes preguntas, las relacionadas con la vida, la muerte, el amor, la valentía, la generosidad. Después de El túnel se embarcó en una experiencia literaria que parece haberse salido de sus manos, a medida que avanzaba en la escritura de Sobre Héroes y tumbas y de Abbadón el exterminador su impotencia se hacía latente, es un hecho que estas dos novelas fueron escritas para el goce de los críticos literarios, los amantes de la metaliteratura, tal vez en ese sentido El túnel pasará a la historia de la literatura como una obra clásica mientras que las otras serán leídas y analizadas sólo por la Elite.
La Resistencia y Antes del fin son los dos últimos libros de Ernesto Sábato, en ambos se ratifican los valores exaltados en Uno y el universo. Es un hecho que el Pensamiento del autor es coherente, no se ha acogido al "avance" de las ideas ni ha escrito apologías a los milagros de la ciencia y la tecnología, se ha ratificado siempre en los presupuestos en los que ha creído desde el comienzo de su carrera como escritor. Los primeros textos de Ernesto Sábato son claros y contundentes, los últimos también, sólo al final del camino terminó comprendiendo que no era necesario crearse refugios de alta montaña: "Yo había intentado un ascenso, un refugio de alta montaña cada vez que había sentido dolor, porque esa montaña era invulnerable; cada vez que la basura ya era insoportable, porque esa montaña era límpida; cada vez que la fugacidad del tiempo me atormentaba, porque en aquella altura reinaba la eternidad... Cuanto más me acosaban las tinieblas del mundo nocturno, más me aferraba al universo platónico, porque cuanto más grande es el tumulto interior, más nos sentimos inclinados a cerrarnos en algún orden. Y, así, nuestras búsquedas, nuestros proyectos o trabajos nos quitan de ver los rostros que luego se nos aparecen como los verdaderos mensajeros de aquello mismo que buscábamos, siendo a la vez, ellos, las personas a quienes debiéramos haber acompañado o protegido". (Sábato. 2004: 74-75).
La resistencia. Bogotá: Planeta. 2004.
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