La información encontrada en internet es poco confiable para los intelectuales rigurosos, ellos ven con desconfianza los anuncios relacionados con la desaparición de los libros, las bibliotecas, las universidades, los profesores y los intelectuales que escriben libros extensos para especialistas, su cortedad mental no les de para comprender que tarde o temprano los medios virtuales terminarán aniquilando a la industria editorial y alterando todo lo que de ella depende, incluyendo el campo intelectual y las instituciones educativas, se niegan a aceptar que todo lo que empieza termina y que de la tecnología llamada imprenta y sus respectivos sucedáneos pasaremos irremediablemente al mundo digital, a la realidad virtual; no conciben que así como ya no resulta práctico escribir en un piedra o en una máquina de escribir manual, llegará el momento en el que, por puras cuestiones prácticas, publicar un libro como el que lleva los panes al horno será tan romántico como atravesar la cordillera a pie o a lomo de mula.
Casi ningún gran intelectual publica los resultados de sus investigaciones o los avances de sus reflexiones en una revista virtual, tampoco se le pasaría por la mente la idea de crear un blog para poner a consideración del público aquello que le ha costado tanto tiempo, trabajo, desvelo y hasta quebrantos de salud, no concibe la idea de compartir el mismo espacio con millones de personas que, al no haberle encontrado un sentido a la vida han decidido crearse un espacio propio en la virtualidad para gritarle al mundo que ellos existen y tienen algo que comunicar, qué es lo que comunican la mayoría de las personas que tienen un blog? La respuesta es muy sencilla: la mayoría de las personas que tienen blog escriben banalidades, nos ponen al tanto de su vida privada, incluyendo disfunciones sexuales, alteraciones de peso, estados maniacodepresivos, comparten con la "comunidad" fotos de toda su familia, incluidas las mascotas, nos ponen al tanto de cada anécdota de su vida para que nosotros también lloremos evocando su triste o maravilloso presente y pasado. El cincuenta por ciento de la gente que tiene blog hace pública su vida privada, el cuarenta por ciento se cree poeta y nos tortura sin nosotros haber hecho nada en su contra, el diez por ciento restante supone que nadie sabe lo que ocurre en el mundo, parece hacer caso omiso de la cantidad de noticieros que invaden diariamente las pobre mentes a través de los medios de comunicación y pasa el día copiando y pegando cuanta noticia encuentra para compartirla con los demás a través de su blog; en todo blog que se respete hay imágenes sugestivas, música, video, deporte y un poco de política siempre de izquierda, si hicieramos un balance del sentido de existir de los blogs llegaríamos a la triste conclusión de que si un día desaparecieran para siempre todos los blogs lamentaríamos no poder continuar haciendo el seguimiento de uno en un millón. Con este paisaje tan desolador cómo pretendería el gran intelectual ilusionarse con compartir su trabajo a través de estos medios?
No todas las noticias son malas: cuando una nueva tecnología relacionada con la palabra aparece a disposición de todos cada persona se siente con el derecho a hacer uso de ella sin saber exactamente con qué propósito, no olvidemos la avalancha de diarios publicados en el siglo XVIIl gracias a la prodigiosa tecnología llamada imprenta. De todos los diarios escritos y publicados en esta época cuántos de ellos pueden ser catalogados como innegables obras de arte o documentos de valor histórico? no más de diez. ¿Cuántos se escribieron en total? es imposible precisar la cifra, lo mismo está sucediente en este momento de la historia de la escritura con el fenómeno llamado blog.
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