lunes, 11 de septiembre de 2017

Visita del Papa a Colombia

Nunca voy a misa pero me gusta ver papas y no me iba a perder a Francisco. Quería ver la cara de la gente en vivo, verlos verlo, verlos en misa, verlos esperando al Dios hecho carne y pensar en mis ateos favoritos mientras hacía mi ejercicio de observación.
Me sorprendió mucho ver a tanta gente corriendo emocionada detrás del Dios hecho carne en pleno siglo XXI, como dicen las abuelas. ¿Por qué esta iglesia y este Dios y esta Eucaristía siguen siendo tan poderosos a pesar de la ciencia, la arqueología, Darwin, Einstein, la NASA, la neurociencia, el yoga, Buda, Harold Bloom, Richard Dawkins, Rodolfo Llinás, Matthew Alper, la medicina tradicional china y las interpretaciones modernas de la Biblia donde nos muestran la palabra de Dios como un libro más? ¿Cuál es el truco infalible para seguir siendo poderosos siglo tras siglo a pesar de que existe la historia y las evidencias de que han hecho mucho daño durante tanto tiempo y han mentido y robado de la forma más evidente ante la mirada atónita de las mentes racionales de todos los tiempos?
La respuesta no la tengo pero soy colombiana y por haber nacido aquí me siento un poco avergonzada ante el triste espectáculo porque Colombia es un absoluto desastre que no tiene nada que ver con Dios porque Dios no existe, existen los políticos corruptos, los banqueros, los periodistas sometidos a los políticos corruptos y a los banqueros, el narcotráfico, la apología a la prostitución y a la cirugía estética y se cree que la mujer inteligente es la que se busca un novio traqueto para que le brinde una buena vida; existe la trampa, la mentira y la deshonestidad, Caracol y RCN que producen telenovelas en las que se enaltece el crimen y la falta de amor al trabajo. Existe El Espectador y la Universidad Javeriana que callan ante el plagio de cuarenta páginas de la Filósofa feminista empoderada llamada Catalina Ruiz-Navarro que sigue mintiendo a conciencia porque sabe que ningún intelectual, ningún investigador, ningún escritor ni periodista le va a pedir explicaciones sobre su deshonestidad intelectual porque seguramente la deshonestidad intelectual se ha convertido en una práctica normal en Colombia que no tiene nada que ver con Dios sino con el hecho de ser colombianos.papa

Carta abierta a Catalina Ruiz-Navarro

Buenas tardes, Catalina.
En 2013, cuando plagiaste a la feminista norteamerica, ya eras la Maestra del plagio porque en 2008 habías plagiado cuarenta páginas en el trabajo de grado que te concedió el titulo de Filósofa en la Javeriana. Nada más ni nada menos que filósofa, una pensadora, la discípula de Platón y de Nietzsche, cerdos machistas, misóginos odiadores de hembras débiles como tú. ¿No es  irónico que seas filósofa feminista empoderada y ahora que sabemos que mientes te hayas convertido en la caricatura de ti misma? ¿No te da vergüenza con tus ancestros, esas mujeres que se supone te enseñaron a ser fuerte, honesta y defensora de los derechos de los débiles o eso también te lo inventaste? Ahora sospecho que al ser la maestra del plagio también eres maestra de la mentira y la actuación y es imposible creer cualquier palabra tuya, impostora. ¿Todo en ti es mentira y engaño como los libros apilados en tu biblioteca de papel que tal vez nunca has leído sino que son un simple adorno bonito que usas para montar tu puesta en escena engaña bobos? Y como los bobos siempre son más ganas tú, reina.
¿Mientras copiabas párrafos enteros de otra gente que sí entiende a Deleuze no te sentías un poco pequeña por tratar de entender a un grande? Un hombre blanco europeo arrogante y seguramente despreciador de mujeres débiles de mente que no se conceden el placer de pensar por sí mismas?, ¿Querías posar de mujer inteligente al tratar de  entender el pensamiento de  un hombre fuerte y como su pensamiento es más poderoso que el tuyo decidiste robar las ideas de quienes sí lo entendieron? ¿No hubiera sido más fácil analizar el humor de Daniel Samper Ospina o la profundidad de pensamiento de Vladdo o los Aportes al Pensamiento Latinoamericano en la Obra de Ricardo Silva Romero? ¿Por qué te tenías que meter con Deleuze? ¿Qué querías demostrar? ¿Querías posar de inteligente, profunda y erudita cuando lo tuyo era la rumba dura y la catadura de condones o acaso ya se te olvidó que en ese tiempo eras una de las colaboradoras más frecuentes y entusiastas de la revista Soho? Eres una feminista de dos pesos que ofende al feminismo y a todas las mujeres que luchan todos los días en silencio por hacer un poco más digna su situación.
Me gustaría saber en qué momento empezaste a subestimarte como mujer y como intelectual, ¿Fue en primaria o en bachillerato? ¿Puedes alcanzar a imaginar el daño que le hiciste al feminismo con la representación de tu triste papel o tu inteligencia y formación académica no te alcanzan para tanto porque has consagrado tu vida entera a construir una imagen de lo que quieres ser y en realidad no eres nada?
Mejor no sigo porque después me dicen que voy por ahí dañando vidas.

Carta abierta a Ignacio Garnica

Señor Ignacio Garnica:
Buscando información sobre Carolina Sanín para divertirme un poco a costa de su estupidez me encontré con un tuit insultante en el que usted me compara o me pone al lado de Virginia Mayer y Carolina Sanín; dice usted: “Elsy, Virginia Mayer, Carolina Sanín. Una radiografía de la literatura colombiana en la actualidad”. Doy por hecho que al escribir Elsy se refiere a mí porque de esa forma se refiere mucha gente por motivos que no conozco. Me parece un exceso de confianza pero no importa, ese no es el tema del que le quiero hablar.
Lo que quiero pedirle a través de esta carta es que tenga usted la decencia de no poner mi nombre al lado de gente despreciable a la que me he tomado el trabajo de ir desenmascarando desde hace unos cinco años desde mi cuenta de Twitter y desde este blog; impostores intelectuales de todas las calañas, artistas que no saben de arte, humoristas que hacen llorar de pena ajena a un payaso, feministas que ofenden la Causa, periodistas que enlodan la profesión.
Si usted me ha leído con atención debe entender que mi intención no consiste en formar parte del campo literario colombiano sino en observar cómo funciona ese campo, qué tan bajo puede llegar si es que se puede llegar más bajo, cómo se encubren unos a otros los plagios y cómo se aplauden y se premian su falta de talento y de dignidad. Si se fija con atención yo no estoy con ellos sino contra ellos, lejos de los lugares que habitan ellos, sus sueños serían para mí una pesadilla o un castigo.
Le recuerdo que no he publicado libros, no asisto a eventos culturales de ningún tipo, no tengo amigos escritores, no promociono a nadie ni aspiro a nada.

Mi copia genética y yo esperando al papa


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No digas qué vale la pena vivir, ¡Vívelo y ya!


Hay gente que posa de sabia porque nunca tiene tiempo y dice en tono solemne: ¡Qué hermoso sería tener tiempo!
Hay gente que posa de sabia porque ama el dinero y la apariencia más que a su propia madre y dice en tono solemne: ¡Qué hermoso sería amar las cosas que el dinero no puede comprar!
Hay gente que posa de sabia porque se casó con la persona equivocada y dice en tono solemne: ¡Ay!, qué diferente sería mi vida si no viviera al lado de esta arpía con la que tengo que compartir mi vida miserable!
Hay gente que posa de sabia porque viaja aunque no le guste y dice en tono solemne: ¡Qué hermoso sería poder disfrutar de mi propia presencia en una habitación tranquila y poder conocerme un poco, saber qué es lo que pasa por mi mente cuando no estoy ocupado presumiendo lo que no soy, representando un triste papel para vivir con la ilusión de que tengo amigos, gente que se desvive por mí!

Reflexionemos sobre el plagio

El nuevo plagio de Catalina Ruiz-Navarro -ahora en su trabajo de grado como Filósofa de la Universidad Javeriana- nos obliga a pensar por qué hay gente que lo hace y por qué algunas universidades no se toman en serio el hecho si tiene implicaciones tan serias.
¿Qué es plagio?
Plagio es no atreverse a pensar y a redactar uno mismo sino dejar que otro piense y redacte por uno. Cuando el escritor perezoso, inseguro y facilista cree que encontró una cita digna de ser escrita por él -aunque la haya escrito otro- la copia sin asomo de disimulo y sin vergüenza para posar de inteligente, profundo, sensible o lo que sea que quiera transmitir a través del robo de la frase, el párrafo o la idea que robó de un autor que no es perezoso, facilista ni deshonesto.
¿Qué tipo de persona plagia?
Plagia la persona que desconfía de su propio talento y seguramente no lo tiene pero quiere llegar lejos posando de intelectual, artista o erudito. Normalmente plagian los estudiantes perezosos y los adultos sin talento; los que sueñan con escribir como los grandes pero no saben cómo hacerlo y ante la impotencia caen en el robo intelectual y se les convierte en vicio. Quien plagia una vez y no es descubierto lo seguirá haciendo hasta que se confíe demasiado y llegue a copiar hasta cuarenta páginas. Copiar, robar, plagiar cuarenta páginas es llegar al límite de la manía de no pensar por sí mismo y no confiar en sí mismo y de paso pensar que los lectores del robo son todos unos completos ignorantes. La persona que plagia se desprecia a sí misma y desprecia a sus lectores, los subestima, los trata como tontos.
¿Es más escandaloso que incurra en plagio un estudiante o un profesional?
Un profesional.
¿Y por qué?
Porque no le da ejemplo a los estudiantes. Si un estudiante ve que una figura pública con títulos universitarios plagia ante la mirada de todos y no pasa nada va a pensar que no vale la pena pensar por sí mismo, que da igual hacer los trabajos con empeño o simplemente copiar. Un profesional debe dar ejemplo, tiene un compromiso social porque está a la vista de todos, debe convertirse en faro moral, en alguien a quien las futuras generaciones deseen imitar y ¿vale la pena imitar a un ladrón de ideas ajenas? No.
¿Qué se esconde detrás de la exigencia de no hacer plagio?
El deseo de respetar el trabajo ajeno, las horas consagradas a la lectura, la escritura, la reflexión profunda y el trabajo honesto. Una persona puede terminar una carrera profesional y no ejercer o ejercer de forma mediocre o sin figurar. Pero cuando el plagiador es figura pública y quiere posar de indignado, cuando defiende una Causa como el feminismo y el empoderamiento de las mujeres pero es un ladrón de las ideas de otros  -especialmente de hombres- ofende esa Causa y a todas las personas -hombres y mujeres, intelectuales honestos que creen que no todo está perdido y vale la pena seguir luchando por unos valores y principios que tienen todo el sentido y que debemos hacer respetar.
¿En cuál terreno de la filosofía encontramos el plagio?
Etica y estética.
¿Está perdida la ética? ¿Qué pasó con la filosofía? ¿Qué pasa cuando una filósofa feminista empoderada que se envalentona en contra del heteropatricado y el falocentrismo toma como propias ideas que no son suyas sino en su mayoría de hombres que no saben de su existencia?
Es muy ofensiva esa puesta en escena. Si soy filósofa feminista empoderada y poso de todo eso no se esperaría de mí que robara con absoluto descaro las ideas de otros y mucho menos en su mayoría hombres. No es justo que robe a hombres ni a mujeres pero asombra que luche contra el machismo y no sea capaz de pensar por sí misma sino que otros hombres tengan que pensar por ella y no se atreva a usar las comillas para reconocer el trabajo ajeno.
¿Cuál es el gran riesgo de convertirse en plagiador?
Que la persona pierde toda la credibilidad y aunque diga la verdad siempre vamos a creer que está mintiendo.
¿El plagio es una enfermedad contagiosa y se puede curar?
Es muy contagiosa y más en tiempos de internet; debe ser más adictiva que el basuco pero más traicionera que un admirador tuitero de los que expresan cariño a través de mensajes privados pero nunca lo nombra en público. Cuando una persona roba ideas y le va bien con el robo va a seguir haciéndolo, pasa lo mismo con los que roban tuits o se ocultan detrás de una identidad que no los representa. Salir del mundo de la mentira, el engaño y el robo debe ser más complicado que salir de las drogas más duras porque también carecemos de lectores atentos y de mente suspicaces.

El segundo plagio perdonado a Catalina Ruiz-Navarro

En 2013 Catalina Ruiz-Navarro plagió a una feminista norteamericana, hubo un poco de revuelo en los medios, algunos intelectuales se manifestaron sobre el delito cometido  con premeditación y ella aclaró que fue un descuido, que olvidó poner algunas comillas y siguió posando de feminista empoderada e indignada. No hubo sanción social.
A medida que pasa el tiempo nuestra feminista estrella se consolida de forma más contundente como una de las voces más autorizadas para tratar temas relacionados con la opresión de la mujer, los salarios inferiores que recibimos, los piropos agresivos que hemos tenido que soportar desde tiempos inmemoriales, el derecho a usar minifalda sin que suframos el acoso callejero, la posibilidad de divertirnos viendo porno preferiblemente feminista, entre otros. No se trata de un feminismo serio sino de una pose tonta que vende mucho y no deja de ser preocupante que a medida que pasa el tiempo avanza más y se convence de que está al lado de Virginia Woolf y Simone de Beauvoir, Pierre Bourdieu y Herbert Marder, aunque lo más seguro es que -por ser una estudiante vaga- no haya terminado de leer ninguno de los libros de estos intelectuales que se han ocupado del feminismo de forma seria y desde una apuesta estética que termina siendo una apuesta política porque de eso se trata el feminismo: es una teoría de la acción, no se trata simplemente de pronunciar palabras tontas y discursos digeribles por masas desesperadas ávidas de entretenimiento, es algo mucho más serio, es teoría en acción y compromiso. El feminismo no es marketing y feria de negocios y en eso lo ha convertido Catalina Ruiz-Navarro.
Catalina Ruiz-Navarro lucha sin tregua por el empoderamiento y el asumirnos como seres completos que no somos menos que los hombres. Discute, grita y se acalora con cierta frecuencia, posa de mujer fuerte, contundente, segura… y mientras representan su triste papel nos enteramos ahora de que en su trabajo de grado en la Universidad Javeriana plagió cuarenta páginas, se trata de una investigación muy seria y minuciosa realizada en el portal  https://www.plagios.org.
Es un plagio evidente y estas personas a las que no conozco se tomaron muy en serio la denuncia y están recurriendo a diferentes instancias para que Catalina Ruiz-Navarro, la directora del trabajo de grado y la Universidad Javeriana den explicaciones sobre un fraude tan evidente. Pasó más de un mes y nadie se ha pronunciado, había una copia del texto que le concede el título de Filósofa a Catalina Ruiz-Navarro en la página de la Universidad y esta semana desapareció; el público en general ahora no tiene la posibilidad de ver el análisis del plagio y confrontar luego con el trabajo de grado, las fuentes que consultó para copiar párrafos enteros con absoluto descaro, con la seguridad de la persona que está acostumbrada a incurrir en este delito. Es muy preocupante que una institución prestigiosa -la mejor institución de educación superior en Colombia después de la Nacional y los Andes- tome una medida como esta, parece como si la universidad Javeriana estuviera encubriendo a la feminista estrella. El Espectador tampoco se ha pronunciado.
Desde hace más de cinco años he escrito sobre las imposturas intelectuales, la poses y las incoherencias de Catalina Ruiz-Navarro como feminista y como intelectual y ahora que podemos confirmar que todas mis sospechas eran ciertas se interpreta mi preocupación sobre el silencio de la Universidad Javeriana, el periódico El Espectador y la autora del plagio como envidia de mi parte porque no tengo una carrera y no he llegado tan lejos como ella. Catalina Ruiz-Navarro reincide una y otra vez en el delito y el engaño y sus amigos y admiradores la presentan como víctima de acoso aunque saben que si se fijan seriamente en el análisis de sus cuarenta páginas de plagio pueden comprobar en menos de una hora que no se trata de asuntos personales, ajustes de cuentas, envidia ni resentimiento sino de un delito grave que debe ser estudiado con atención y que merece la sanción social y la aplicación de la ley porque está en juego el prestigio de una universidad, de un medio, de una figura pública y el papel que juega Catalina Ruiz-Navarro como intelectual, filósofa, pensadora y feminista empoderada.
¿Por qué debe escandalizarnos que Catalina Ruiz-Navarro incurra en plagio y sea protegida por la Universidad Javeriana, el periódico El Espectador y todos los intelectuales colombianos?
Porque esa reacción nos hace pensar si la falta de justicia de la que tanto se quejan con los políticos corruptos no aplica para los intelectuales. En el portal que analiza el plagio se preguntan sin la corrupción en Colombia es tan profunda que atraviesa todas las actividades, incluida la intelectual, que se debe caracterizar por la honestidad, la entereza y el respeto al trabajo ajeno.
¿Por qué ningún escritor colombiano, profesor universitario, investigador o periodista ha mencionado el plagio de cuarenta páginas en su trabajo de grado en la Universidad Javeriana si es un asunto que nos debería escandalizar a todos?

Los pantallazos que Virginia Mayer no quiere que veas

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La fórmula de la amabilidad femenina

“La fórmula de la amabilidad femenina es una creencia implícita que penaliza a las mujeres a no ser que moderen su modo de actuar siendo amables”. A fin de ser aceptadas, las mujeres deben compensar su ambición y su fuerza con amabilidad. Los hombres no tienen la necesidad de ser ni la mitad de amables.
No creo que las  mujeres sean más amables por naturaleza que los hombres. Es posible que hayan aprendido que la amabilidad tiene sus recompensas y que la ambición cruda a menudo se castiga. Pueden congraciarse con ello porque dicho comportamiento se ve premiado, y una estrategia furtiva da mejores resultados que la franqueza. Pero aunque las mujeres sean abiertas y directas, no siempre se las ve y se las escucha.3997008

Pensemos en el “humor” de Daniel Samper Ospina

Aquel más inepto es el que se granjea más admiradores, puesto que lo peor siempre es celebrado por la mayoría, dado que la máxima parte de los mortales, según hemos dicho, es esclava de la Estulticia. Por ende, si el más torpe es aquel más satisfecho de sí y el rodeado de mayor admiración, ¿quién preferiría la verdadera sabiduría, que cuesta tanto trabajo adquirir, que vuelve luego más vergonzoso y más tímido y que, en suma, complace a mucha menos gente?
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El trabajo diario y la inspiración

La orgía ya no es la hermana de la inspiración; hemos roto con este pariente adúltero. La exaltación rápida y la debilidad de algunas bellas naturalezas atestiguan contra este odioso prejuicio.
Una alimentación muy nutritiva y regular es la única cosa que necesitan los escritores fecundos. La inspiración es decididamente, la hermana del trabajo diario. Estos dos contrarios no se excluyen más que los restantes contrarios que constituyen la naturaleza. La inspiración obedece, como el hambre, como la digestión, como el sueño. En el espíritu hay, sin duda, una especie de mecánica celestre, de la cual no es necesario avergonzarse, sino sacar el provecho más glorioso, como los médicos de la mecánica del cuerpo. Si se quiere vivir en una contemplación obstinada de la mañana, el trabajo diario servirá para inspirarlo, como una escritura legible sirve para esclarecer el pensamiento, y como el pensamiento sereno y poderoso sirve para escribir legiblemente; el tiempo de las malas escrituras ha quedado atrás.
Charles Baudelaire

Un licor precioso

El odio es un licor precioso, un veneno más caro que aquél de los Borgia, pues está hecho con nuestra sangre, nuestra salud, nuestro sueño, y dos terceras partes de nuestro amor. Es necesario ser avaro con él.
Charles Baudelaire

En defensa de la realidad real y la salud mental

Todos los días de mi vida alguien que me conoce bien me sugiere que no use más Twitter, que no le hable más a oídos sordos, que no pierda más mi tiempo en un espacio virtual tan lastimero donde abundan las personas solas, tristes y abandonadas; los que han fracasado en las relaciones humanas cara y cara y en el amor, los feos, los tímidos, los resentidos, los inseguros, los faltos de amor propio, de cariño en la infancia, de afecto no disimulado.
Los envidiosos y odiadores por convicción usan este medio para vomitar toda la ira y frustración que los carcome porque es su única forma de sentir que existen, de que tienen voz y viven con la ilusión de que la suma de muchas personas como ellos dan la impresión de gallardía y hasta de poder; gente que se solaza en su propia podredumbre, en su ignorancia altanera y atrevida, en su grosería sin límites asumida como cualidad y una contundente muestra de carácter y originalidad.
Twitter es la única salida posible que calma a estas pobres almas atormentadas y si no actúan de esa manera estallan, mueren de dolor o salen a hacerle daño a gente real en la realidad real. Twitter es su psicólogo, su muro de los lamentos, su forma de manifestar lo que ha hecho de su ser la suma de frustraciones consecutivas y fracasos contundentes.
¿Que hago yo en Twitter entonces si tengo vida, si me siento querida por la gente en el mundo real real, si me siento orgullosa de la historia de mi vida y si sé que estoy en el peor de los mundo?
Les respondo el 1 de enero de 2019.

El sabio absoluto

Por tanto, si les place, gocen de este sabio suyo, ámenle por encima de cualquier rival y convivan con él en la República de Platón o, si lo prefieren, en la región de las ideas, o en los jardines de Tántalo. ¿Habrá quien no huya o se horrorice de tal tipo de hombre, como de un monstruo o un espectro que se ha querido ensordecer a todas las sensaciones de la naturaleza, que carece de pasiones y no se conmueve por el amor ni por las misericordias más “que si duro pedernal fuese o de mármol marpesio”; de un hombre de quien nada escapa, que nunca yerra, sino que, como Linceo, todo lo descubre, que nada deja de juzgar escrupulosamente y nada ignora; que sólo está contento de sí mismo y se tiene por el único opulento, el único sano, el único rey, el único libre y, en suma, el único en todo, aunque ello no acontezca sino en su opinión; que no se entretiene con amigo alguno, porque no sabe lo que es un amigo; que no vacila en echar a rodar a los dioses, y que todo cuanto ve efectuarse en la vida lo condena o lo ríe como si fuese una locura? Tal  es la especie de animal considerado sabio absoluto.
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La calamidad de la oscuridad

He querido de esta manera imitar a algunos de los retóricos de nuestro tiempo que se tienen por unos dioses en cuanto lucen dos lenguas, como la sanguijuela, y creen ejecutar una acción preclara al intercalar en sus discursos latinos, a modo de mosaico, algunas palabritas griegas, aunque no vengan a cuento. Si les faltan palabras de lenguas extranjeras, arrancan de podridos pergaminos cuatro o cinco palabras anticuadas con las cuales derraman las tinieblas sobre el lector, de suerte que los que las entiendan se complazcan más con ellas, y los que no, se admiren tanto más cuanto menos se enteren. Efectivamente, mi gente se complace más en una cosa a medida que de más lejos viene. Y si en ella los hay que sean un poco más ambiciosos, ríanse, aplaudan y, según el ejemplo de los asnos, muevan las orejas a fin de que parezca a los demás que lo comprenden todo.
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No quiero creer en la envidia

Mi vida ha sido demasiado sencilla y austera como para turbar a nadie.
Emily Dickinson
Mi vida como lectora empezó de forma compulsiva en la biblioteca Luis Ángel Arango, más exactamente en la hemeroteca. No sé por qué empecé por ahí pero mis libros favoritos del comienzo fueron los diccionarios y las colecciones de frases célebres, los llamados aforismos. Empecé mi vida leyendo frases célebres y durante muchos años, antes de internet, cuando todavía escribía en la máquina Brother, dedicaba horas enteras de mis nada emocionantes días de la infancia y la juventud a copiarlas, organizarlas, aprendérmelas de memoria y convertirlas en carne y sangre con el propósito de ser la humana soñada para ser contemplada por mí misma, desde mi interior, sin grandes pretensiones, sin la intención de ser reverenciada por nadie. Ni siquiera por mí misma.
Mis frases favoritas estaban relacionadas con los vicios y las virtudes y entonces leía sobre la verdad y la mentira, la zalamería, el odio, el rencor y el olvido. Había una palabra que me fastidiaba mucho y me ha fastidiado siempre: envidia. Desde niña leía sobre ese tema con incredulidad, me costaba mucho trabajo creer que un ser humano pudiera envidiar a otro porque siempre vi ese sentimiento como algo bajo, me parecía más elaborado el amor, el odio, el desprecio o la zalamería y soñaba con ser digna de admiración, de odio o de desprecio pero nunca de envidia. Soñaba con construir una vida un poco gris ante la mirada de los demás: una persona sin grandes sueños ni aspiraciones, una mujer que no se mueve mucho ni se relaciona con mucha gente, una persona que no aspira a la fama, el poder, el dinero o los premios. Pensaba desde muy joven que la vida consiste en ir por ahí sin mucho peso, sin hacer mucho ruido y sin muchas responsabilidades porque no vale la pena y pensaba también: en la medida en que me vea como el ser más insignificante ante la mirada ajena porque sus deseos no son mis deseos podré vivir una vida más tranquila y creo que lo he logrado.
No me gusta pensar ni pronunciar la palabra envidia porque me parece una palabra baja, una palabra indigna por ser demasiado humana y pasional, lo que llaman un bajo instinto.

.La dama de los bosques


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Drama amoroso

Finalmente el rompecabezas se completó, me di cuenta de que él sufre porque no puede enfrentar el amor que siente por usted, por eso trata de destruirla.
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Encendidas todas las alertas

Estoy un poco preocupada porque a medida que pasa el tiempo conozco más personas con serias dificultades para vivir la vida. El círculo se va estrechando cada día más y a veces me siento en un juego de zombies: depresión, soledad, ansiedad,  angustia, insomnio, preocupación excesiva, sufrimiento innecesario, adicciones, deudas… y creo saber cuál es el origen de todos los males:
  1. No tener el valor suficiente para no dejarse contagiar de la locura colectiva que se vive en las calles y en el transporte público: Transmilenio, SITP, taxis. La gente tiene que aprender a vivir en medio del caos sonriendo siempre y siendo amable.
  2. Vivir de la opinión ajena.
  3.  Fingir bienestar.
  4. Competir económicamente con vecinos, colegas, familiares, amigos.
  5. Viajar sin tener con qué y pedir prestado para presumir luego con vecinos, colegas, familiares y amigos.
  6. Casa, carro, finca, mascotas, esposa, hijos, amante… En medio de las deudas y el vivir de la opinión ajena no tienen tiempo para descansar y no duermen por estar pensando en las deudas, y que el vecino no se vaya a enterar que debe hasta la madre.

Mienten las mentiras

Me predijo, desde el inicio, uno de mis grandes amigos, gran poeta. Todos mis infortunios, en efecto, le han dado la razón hasta el presente. Sin embargo, poseo uno de esos felices caracteres que extraen placer del rencor y que se glorifican en el desprecio. Mi gusto apasionadamente diabólico por la estupidez, me ha hecho encontrar muy particulares placeres en los disfrutes de la calumnia. Casto como el papel, como el agua sobrio, volcado a la devoción como un comulgante, inofensivo tal víctima, no me disgustaría pasar por un libertino, un borracho, un impío o un asesino.
Charles Baudelaire, Proyecto de Prefacio para Las flores del mal
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Un piropo y un insulto

Un piropo:
Por Pedro Roque:
Creo que fue Paco Umbral quien dijo que cuando mejor escribía era cuando empezaba sin saber qué escribir. Lo más probable es que se refiriera a la ventaja de trabajar sin la presión que supone crearse de entrada grandes expectativas
Seguramente os resulta familiar esa situación, uno quiere escribir pero no sabe sobre qué, está seguro de que tiene muchas cosas que decir pero no encuentra en ese momento un pequeño rincón, de su jardín, en el que sentarse a contemplarlo – a menudo el bosque nos impide ver los árboles- comprendiendo que un maremagno de ideas puede ser tan aplastante como el vacío.
Muy recientemente he tenido la fortuna de descubrir algo tan valioso como escaso, una fuente de sugerencias, de ayuda y provocación, que me invita a descubrir los rincones de mi desordenado, y en parte desconocido, jardín.
Elsy Rosas Crespo es la Maestra de la provocación de ideas, de forma magistral sabe colocarnos frente a nuestro propio aprendizaje, señala con arte e inteligencia dónde podemos encontrar cada una de las diminutas plantas de nuestro jardín, para que sintamos la necesidad de observarlas, conocerlas y disfrutarlas.
Elsy Rosas no quiere entender de formulas dogmáticas ni lugares comunes, nos transporta a nuestra propia senda con poco que estemos dispuestos a viajar por el complejo mundo de las ideas y reflexiones. Denuncia los abusos de modos estereotipados y carentes de contenido, propugna el esfuerzo y la auto exigencia en nuestras habilidades, desconoce el falso halago que sin medida, a menudo, observamos en nuestros comentarios, defensora radical de lo auténtico y singular, provoca las capacidades dormidas a aquellos que esperamos una mano de nieve que sepa arrancar las notas escondidas entre nuestras cuerdas.
Elsy es un valor irrenunciable en esta familia.

Un insulto:
Por Victoria:
Este comentario iba en el blog de Billyhuesos y extrañamente no lo moderó para su publicación. Así que va dedicado a él y a otros de tus lectores. A ti te gustan estas cosas:
Ojalá publiques este comentario.
Soy una de las tantas lectoras de este drama de mal gusto y quiero opinar (con insultos).
Comienzo con:
¿Eres pendejo? Hablas de Elsy con tal respeto, como si fueras parte de ella, una sombra, una extensión. No sé si has leído a través de los años las entradas de sus blogs, si lo hubieses hecho tendrías una idea de lo trastornada que es en lo personal, lo sesgada y lo convencional en sus razones. Básicamente desacredita, desacraliza (para ella), a cada persona, con o sin nombre reconocido, con la que haya tenido al menos una leve relación, incluidas las de meras lecturas. Las relaciones para ella son luchas de poder y juegos. Sus personas favoritas (según el año) son: de trato solemne, con problemas de ego, escritores y lectores de la nada… y los buenos para nada. Se vale del halago continuo y exagerado, incluso hacia ella misma. Una jugadora ociosa y hambrienta de atención. Seguro es experta en captar la atención convirtiéndose en un puzzle aparentemente difícil, es una actriz ociosa, una manipuladora básica y una imitadora sutil. Una tramposa dándole sentido a toda una vida en ello. Su inteligencia radica en jugar sin descanso con cualquier cosa (con este texto tuyo, famélico y compasivo, o con este, sin experiencia), a modo de inversión, los demás nunca esperarían que alguien juegue por tanto tiempo; la autoficción es entonces una patraña, la zapatilla de cristal, la clave para que su sinsentido reine en el oficio literario. Le reconozco su energía. Un cuerpo capaz de aguantar esa puesta en escena. Ella suele salirse con la suya porque su juego apela a lo más rudimentario de las debilidades humanas. Ahora bien, qué tan poca cosa te crees, qué mérito le viste, no veo ninguno en absoluto. Su prosa no aporta nada, es trillada, incapaz de ver más alla de “sus tiempos”. Sin visión, ¡¡cuál crítica!!, sus textos sesgados, monotemáticos y de emociones amarillistas. Es basura anacrónica de pobre reflexión, viciosa, cansina. Vuelvo a ti. O a los que como tú siguen tratando con respeto y diplomacia a Elsy, los que alimentan su ego y ocio… Qué hace un crítico viendo el canal de telenovelas. Hasta ella se asombra del efecto que produce. El enigmático puzzle, la patraña, la respuesta a todas sus preguntas retóricas. Y no olvidar, ella cuenta con el mal gusto del público. Su truco es sencillo y efectivo; para ella una prueba de “su inteligencia”.

Hay una amable filosofía

Hay una amable filosofía que consiste en encontrar consuelo aun en los objetos más indignos en apariencia. Del mismo modo que la virtud es superior a la inocencia, y que mayor mérito hay en sembrar en un desierto que en saquear indolentemente un vergel repleto de frutos, es verdaderamente digno de un alma selecta purificarse y purificar al otro por su contacto. Como no hay traición que no pueda perdonarse, ni existe tampoco pecado que no pueda absolverse, ni olvido imposible de conseguir; hay una ciencia del amor al prójimo y de hallarlo amable, como hay una forma de saber vivir. Cuanto más delicado es un espíritu, tanto más descubre bellezas originales; cuanto más tierno y abierto a la esperanza, más capacitado está para encontrar en el otro, por ruines que sean, motivos de amor; ésta es la obra de la caridad, y se ha visto a más de una viajera, desolada y extraviada en los áridos desiertos de la ilusión, reconquistar la fe y apasionarse más intensamente por lo que había perdido, con tanta más razón cuanto que posee ahora la ciencia de dirigir su pasión y la del ser amado.
Samuel Cramer, dirigiéndose a la señora Cosmelly, en La Fanfarlo, de Charles Baudelaire. Barcelona: Montesinos. 1989. página 33.
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Mendicidad amorosa

Uno de los rasgos más sorprendentes en la vida de los grandes poetas es la mendicidad amorosa, la necesidad de apasionarse de forma desmedida por otro ser humano que no tiene que ser necesariamente otro poeta o artista sino una persona común, hasta ponerla en la categoría de un dios, un ser inalcanzable y amado en demasía, un humano que causa sufrimiento porque no se deja atrapar o porque no ama con la misma intensidad que aquel que se siente tocado por la musa si es que la musa existió en algún momento.
El artista sufre porque su objeto amoroso es esquivo o parece que se escapa, porque se asusta ante una pasión tan desmedida y empieza a sospechar que ahí hay locura o simplemente porque no comprende la naturaleza de la intensidad del sentimiento que parece convertirse en centro y sentido de la vida del artista y que casi siempre termina convertido en obra o enriqueciendo la biografía de esas personas que nos causan tanta curiosidad, los artistas y los filósofos: van Gogh, Burroughs, Flaubert, Baudelaire, Beethoven, Stendhal, Nietzsche, Rousseau… para nombrar sólo los casos más representativos de mendicidad amorosa, una experiencia repelida por la gente común que sólo pasa por la vida para comer, dormir, ver televisión, reproducirse, trabajar y despilfarrar la vida en los centros comerciales tomados de la mano de un ser no más inteligente y original que ellos.
Entre más sufrimiento y humillación experimenta el poeta más admiración sentimos  porque lo vemos como un ser humano sensible y desinteresado que pierde el tiempo en algo que la naturaleza ha convertido en un simple pretexto para la reproducción. Los grandes mendigos del amor no tuvieron hijos porque no los desearon, no estaban enamorados de la especie sino de otro ser humano al que a veces le conceden la categoría de dios o semidiós.
El poeta no busca ser amado sino amar, eso es lo que le da vida a su vida y no se conforma con alguien que lo ame para compartir la felicidad en un castillo y ser felices para siempre sino que la felicidad parece estar hecha de sufrimiento, ausencia e incertidumbre. Es lo más parecido al amor místico y al amor cortés.
Algunos amores se aprecian desde la distancia. Es un hombre que contempla a una mujer casada, mayor o de otro rango social y en muchas ocasiones la señora ni siquiera se entera de que el poeta la ve, sufre, llora y se lamenta por ese amor imposible. El enamorado escribe poemas, novelas y canciones inspiradas en su dama. Dante es el poeta de ese tipo de amor pero Flaubert no se queda atrás y las páginas más bellas de sus libros y sus cartas parten de ahí, de la frustración ante el amor esquivo, que no era precisamente Louise Colet.
Podría escribir cien páginas sobre los hombres apasionados que se han humillado como perros por mujeres que no “valían la pena”, por prostitutas, mendigas, mulatas, suicidas, dementes… pero lo que me llama la atención es pensar cuando este sentimiento es vivido por una mujer. Los casos más emblemáticos son Emily Dickinson -enamorada de un profesor que la toma por loca- y Amy Winehouse, enamorada de un ladrón que está enamorado de otra, que la mete en el mundo de las drogas duras y que se ríe un poco de ella, de ese amor de santa que nadie podía entender cuando estaba viva y que es lo que la pone a cantar de esta manera.
Ese hombre insensible y burlón casi siempre está mezclado con el público -como en este video- o esperándola detrás del escenario. Y ella le canta, lo adora en público sin ningún tipo de vergüenza, sin pudor. Ese hombre insignificante saca lo mejor de esta mujer cuando se sienta a escribir, cuando hace las canciones y cuando se presenta en público. Ella no le canta a sus fans, ella le canta a Su amor sin ningún tipo de disimulo, con su pasión desnuda
El profesor tonto de literatura no entendió nunca a Emily Dickinson. Siempre la tomó por una loca y se burló de ella con su esposa.
A continuación algunos apartes de las cartas de la poeta más grande de Estados Unidos enviadas a un hombre al que apenas vio una o dos veces y con el que era tímida como una niña en presencia suya:
El Hoy hace que el Ayer signifique.
Una carta la siento siempre como la inmortalidad, porque es la mente sola sin el amigo corporal. Deudores en nuestra conversación de la actitud y del acento, parece que hay un poder espectral en el pensamiento que camina solo – me gustaría agradecerle su gran amabilidad, pero nunca intenté levantar palabras que no puedo sostener.
Mi vida ha sido demasiado sencilla y austera como para turbar a nadie.
Las mujeres hablan, los hombres callan; ésa es la razón por la que me dan pavor las mujeres.
Si leo un libro y hace que mi cuerpo entero se sienta tan frío que no hay fuego que lo pueda calentar, sé que eso es poesía. Si físicamente me siento como si me levantasen la tapa de los sesos, sé que eso es poesía. Ésta es la única manera que tengo de saberlo. ¿Hay alguna otra?
Cómo vive la mayoría de la gente sin pensamientos. Hay mucha gente en el mundo (usted lo debe haber notado en la calle). Cómo viven, cómo sacan fuerza para vestirse por las mañanas.
La verdad es algo tan infrecuente que es preciso decirla.
El éxtasis lo encuentro en el vivir, la mera sensación de estar vivo es suficiente gozo.
La gratitud es el único secreto que no puede revelarse por sí mismo.
De la poeta dice el profesor:
Ella era un ser demasiado enigmático como para que yo lo resolviese en una entrevista de una hora; y el instinto me decía que el más mínimo intento de examen directo la haría replegarse a su concha; sólo podía estar quieto y observar, como hace uno en los bosques; tenía que identificar el pájaro sin usar la escopeta, como recomendaba Emerson.

La reputación virtual de gente sin nombre y sin cara

Todos hablan de no tomarse nada en serio
De reírse de uno mismo
De aprender a verse en el espejo desde la mirada de otro
Y sin embargo hay gente que cuida su cuenta en Twitter
Como si se tratara del más preciado tesoro
Tratan a sus “seguidores” como clientela
y escriben con cautela y con decoro
Para no perderlos, para que no se vayan con otro.

La mayoría de las cuentas en Twitter son administradas por gente con rostro y nombre propio
Pero lo ocultan por razones que sólo ellos conocen.
Desde cuentas sin nombre y sin rostro me piden a mí
La persona que siempre ha escrito con nombre y con rostro
Que me modere
Que me controle
Que no maltrate a las cuentas sin rostro y sin nombre
Porque detrás del teclado hay gente sensible que sufre y llora
3-Avatares-para-Facebook

Mamertos de sofá

Por lo que respecta al marxismo, no veo la utilidad de esa violación practicada sobre sí mismos por burgueses de nacimiento y de educación que se esfuerzan en identificarse con el proletariado invocando su doctrina. ¡Todo eso no son sino palabras al viento!
Y un lujo, además. Esos análisis interminables, esos estados anímicos archisutiles, esos escrúpulos demasiados dramáticos, ese hilar tan fino, todo eso huele a lujo; y el olor del lujo no es olor de santidad… resulta casi imposible separar cierta moral demasiado moral de las comodidades, del refinamiento, de un nivel de vida más elevado. Esa moral aristocrática, o simplemente bien provista, esa moral en carroza, esa “gran dama” me fastidia, yo la preferiría corriente, sencilla, vestida con modestia, oprimida entre el gentío, un tanto perdida en la marea de los acontecimientos, más inmediata, anónima.
Desgraciadamente, el lujo parece acompañar a esta moralidad también en un sentido concreto. ¿A dónde llevó la moral a un Mauriac? A la gloria, a la Academia Francesa, al Premio Nobel, y a unos ingresos bastante interesantes, supongo. ¿Acaso no es gracias a la moral por la que Sartre goza de tanta influencia entre las jóvenes generaciones? Supone también un éxito personal. ¿No es cierto que los representantes de la moral comunista, Aragón y Neruda, por ejemplo, han conseguido en el inmoral sistema capitalista posiciones muy envidiables, hermosas casas, honores, chóferes, admiradores, cuartos de baño, amor y muebles de estilo? Y la angustias morales de Camus ¿No le proporcionaron el Premio Nobel apenas cumplidos los cuarenta?
No les estoy condenando, les comprendo, también a mí me gustaría poseer hermosas casas, y colecciones como las de Neruda. Pero no hay nada que hacer; para el artista, la moral constituye una especie de sex-appeal, por ella seduce y se embellece, a sí mismo y a sus obras. En consecuencia, sería mejor que el arte no abordara tan delicado tema sin la discreción necesaria. Un arte explícitamente moralizador, o realmente, demasiado “noble”, es para mí un fenómeno bastante irritante. De acuerdo, que el escritor sea moral; pero que hable de otras cosas. Que la moral nazca de sí misma, al margen de la obra.
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