domingo, 3 de abril de 2016

El camino

1995 – 2000. Teoría y crítica  literaria
Empecé a leer en 1979. Ahí comenzó mi proceso educativo. La universidad me sirvió para ponerle orden al conocimiento y los trabajos que escribía para mis profesores me dieron impulso para escribir textos que llegaran un poco más allá de los ojos de ellos y, entonces, empecé a publicar en revistas indexadas y no indexadas. Cuando era niña soñaba con hablar en público, me imaginaba ante un gran auditorio aclamada por la multitud enardecida. Soñaba con saludar de esta manera a mis fans: ¡Ya basta, no aplaudan más, no es necesario exagerar, no estamos en un circo, recuerden que este es un espacio académico! Mi sueño era ser diestra con el discurso oral. Soñaba con influir en los demás, con renovar sus ideas y su forma de pensar y de actuar. Mi sueño de infancia consistía en presentarme como un ser humano digno de ser imitado. Quería que aprendieran a evitar el sufrimiento, ese ha sido el gran interés de mi vida: el sufrimiento humano.
Hoy, 25 de marzo de 2016, creo que es imposible influir en los demás de manera profunda y lo digo por los miembros de mi familia: nací convencida de que dar la vida es un error, eduqué a mis hermanos para que no se casaran ni tuvieran hijos y hoy todos ellos tienen o tuvieron una linda pareja a la que amaban y todos son padres. No logré influir de manera profunda en ninguno de ellos después de años y años de haber pronunciado largos discursos sobre por qué los seres humanos inteligentes, justos y nobles no tienen hijos. Si no convencí a los miembros de mi familia -gente que me conoce, me aprecia y me respeta desde hace mucho tiempo- creo que es imposible convencer a una persona que, por ejemplo, lee este blog.
En 1999 descubrí el mundo virtual y supe que no necesitaría tribunas ni auditorios, mi tribuna y mi auditorio serían las redes sociales. Desde la comodidad del hogar pronunciará los más bellos discursos y haría llorar de alegría e indignación; desde la redes sociales me haría amar y me haría odiar: me amarían los justos, los nobles y los sinceros y me odiarían los zalameros, los deshonestos y los tontos. Creo que lo logré. Por prudencia tuve que terminar el ciclo 2010-2015 (al que llamaremos mi fase activa en Twitter Colombia) más pronto de lo que esperaba y deseaba. Lo que me han dicho es que las amenazas de muerte iban muy en serio. Yo quería hacer reír o llorar, no quería que me mandaran matar, esa no era la intención.
Entre 1995 y 2000, como buena novata, estaba dispuesta a mostrar de qué estaba hecha y, entonces, escribía ladrillos teóricos y críticos que yo misma no soporto ahora. Mucho marco teórico, mucha cita, mucha nota de pie de página, mucha bibliografía de veinte páginas.
No quiero volver a saber nada de esa vida tan intelectual, tan rancia y tan conservadora, no quiero volver a escribir como esa señora. No quiero saber nada más de teorías ni de críticas literarias, renuncio a y me avergüenzo de ese pasado oscuro.
2000 -2005. Ensayos filosóficos y psicológicos
Mi primer amor, por haber sido el primero, me causó un fuerte impacto cuando se acabó porque -en mi inocencia- creía que era para siempre. No era para siempre, se acabó y ese final me llevó a experimentar etapas de furia e intenso dolor. Como nací aprendida sabía que un ser humano destrozado no se cura con alcohol, promiscuidad, psicólogos ni suicidio sino con libros y, entonces, me entregué de lleno a la lectura para saber qué era exactamente lo que me pasaba y cómo salir de eso. Terminé convertida en experta en amor, melancolía,  depresión, nostalgia, insomnio y, como soy tan inteligente, desemboqué en la risa. Entre 2000 y 2005 escribí mis ensayos favoritos, los que todavía me gustan y me dan ánimo en los momentos oscuros.
2005 – 2010. Escritura en internet (escritura sobre escritura)
En 2005 conocí a Andrés y fueron diez años de risa e irresponsabilidad, por eso decidimos que lo mejor era cortar el juego y seguir cada uno su camino, sin odio, sin deseo de volver y con la sensación de que lo nuestro no era amor sino diversión total. En 2005 ya estaba totalmente curada, estaba completamente entregada a la vida y al placer, a la risa y a la satisfacción y con esa actitud me embarqué en la vida virtual. Entre 2005 y 2010 fui un portento en la red, escribí más de cien posts sobre virtualidad, oralidad, lectura, escritura, educación… Conocí gente maravillosa, nadie de Colombia, era extraño, yo era colombiana pero no me contactaba con colombianos. La experiencia de esos cinco años me sirvió para lo que sería encontrarme con mi gente, con mi patria, con colombianos en Twitter.
2010 – 2015. Escritura despiadada
Twitter fue una locura maravillosa, un juego peligroso del que todavía no sé si me he librado del todo. Se supone que tengo más enemigos que el colombiano más peligroso que pueda existir en Colombia, se supone que dañé vidas y le hice daño a mucha gente, pero ¿Qué fue lo que hice? Lo que hice fue escribir sobre quince o veinte colombianos entre figuritas de Twitter, escritores, periodistas, intelectuales y humoristas y eso bastó para que me convirtieran en objetivo militar, me calumniaran, persiguieran, censuraran y desprestigiaron.
¿Es Colombia un país peligroso en el que no se puede ejercer la libertad de expresión?
Sí, eso es correcto. Tuve que dejar de escribir sobre colombianos porque varias personas me dijeron que las amenazas de muerte iban muy en serio.
2016. De lleno en la autoficción (escritura sobre el yo)
A finales de 2015 descubrí un término nuevo de la nueva teoría literaria: autoficción. Estoy entregada de lleno en la experimentación de esa nuevo género literario.

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