sábado, 12 de diciembre de 2015

Diálogo espontáneo

Una de las grandes ventajas de publicar en internet es que brinda la posibilidad de interactuar con los lectores. La mayoría de los usuarios leen y se quedan con su opinión, otros, la inmensa minoría -los valientes y los altaneros- escriben una opinión o una pregunta.  Hay lectores-burro, pero también hay lectores-poeta-filósofo.
Vean esta bonita conversación a partir de un comentario comentado por dos nuevos comentaristas:
Comentario 1: Elsy, una pregunta. Por supuesto no la tiene que responder, o la responderá cuando quiera. Usted tiene cosas que decir y escribe bien — ¿pero no siente que si el Twitter le quita tiempo y la distrae de otro trabajo importante? (O de pronto le ve valor literario, como epigrama).
… siente que el twitter…
A mí personalmente me quita tiempo. Me gusta, leo trinos sabrosos como los suyos, y me gusta trinar, pero no debería… Mis disculpas en todo caso,
Son preguntas que deberían hacerse en confianza.
Comentario 2: Es parte del desconcierto que crea Elsy y de lo íntimamente humano que se degusta en el personaje viviente, en el párrafo continuo que es el sentir y el pensar de Elsy. Lo que creo es que debería retirar los ojos de esa farándula emergente que la desvela , tal vez porque la eligió como el reflector de esa modernidad vacua en que se cae cuando la inteligencia carece de alguna sensibilidad trascendente y que ella con su agudo morbo caricaturiza.
Mi respuesta al comentario anterior: Si se fija bien el 95% de los textos que publico aquí no tienen que ver con “esa farándula emergente que la desvela”, me interesa más la literatura.
Un nuevo comentario: Un buen ensayo largo sobre Emerson también nos podría desconcertar sabrosamente.
Yo: ¿No es encantador leer esta conversación? ¡A mí me gusta!

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