domingo, 12 de febrero de 2017

Zygmunt Bauman y mi regreso como bloguera

Muerto Zygmunt Bauman sólo queda Noam Chomsky, los grandes intelectuales del siglo XX están todos muertos. Nos quedamos sin mentes brillantes que analicen nuestra torpeza y nuestra miseria y eso causa bastante desasosiego, claro.
En vista de tan preocupante panorama me veo en la penosa necesidad de seguir escribiendo aquí para reflexionar sobre los grandes problemas de nuestro tiempo, sobre nuestros héroes de un día y nuestros escritores sin talento aplaudidos por un público torpe e ignorante que no sabe de literatura.
¿Me da miedo que me maten por opinar?
No. Si me diera miedo hubiera dejado de escribir hace mucho tiempo, en 2010 o quizá un poco después.
Fue fácil vivir  sin escribir durante dos meses, no me muero si no escribo, lo pude comprobar. Puedo vivir sin dar cuenta de mi vida privada, sin anotar citas, sin comentar libros y películas; comprobé también que no vivo del aplauso ajeno, pero debo reconocer que escribir es divertido y a medida que pasa el tiempo me convenzo más de que mi destino no son los libros sino la escritura de textos en tiempo real.


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