miércoles, 20 de abril de 2016

Las ventajas de no tener hijos

Cuando tenía nueve años decía en tono grave que nunca me casaría ni tendría hijos y los adultos lloraban de la risa porque pensaban que era una broma y les parecía increíble que una niña sin vida fuera tan seria y pronunciara frases de adulto.
El tiempo pasó, yo cumplí y ahora me les río en la cara a ellos porque no era una niña estúpida, estaba hablando muy en serio y ahora ellos se tienen que tragar sus carcajadas.
Aunque sea un hijo, decían. ¿un hijo? ¿para qué un hijo?
Viva con una amiga. ¿con una amiga? De irme a vivir con alguien me voy a vivir con un hombre, no soy lesbiana. Y entonces viví con Andrés durante tres años.
Decía yo cuando era niña: un hijo no porque tienes que hacerte cargo de él hasta cuando  uno de los dos muera, sin contar con que tienes que cargar también con el padre del niño. Si no tienes hijos te deshaces de una vez y para siempre de tus viejos amores y eso sí que es un verdadero alivio porque es horrible cargar con el peso del pasado.
Estando a punto de cumplir 46 años creo que la gran ventaja de no tener hijos es que la juventud se alarga de forma sorprendente, eres el joven eterno porque tu tiempo libre es sólo tuyo, no tienes que correr a hacer lo que hacen las mujeres que son madres con niños pequeños, con jóvenes estudiantes, con viejos fracasados, porque hasta donde entiendo una madre es madre hasta cuando muere. La madre eterna ama a sus hijos con locura porque no tiene más alternativa, porque una madre está programada para amar a sus hijos hasta el último día.
Otra gran ventaja es que no tienes que compartir tu sueldo con tus hijos. Los bebés crecen y se convierten en adultos y ningún adulto goza tanto al lado de su madre como al lado de su novia, su esposa, su amante o sus hijos. Es más práctico ser hija que madre y tía que abuela.
Así lo veo yo.

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