lunes, 5 de octubre de 2015

Historia de mi cama

Desde que tengo memoria leo y desde que leo me he entusiasmado con las ideas que desarrollan los escritores y los filósofos sobre las camas en general y sobre su cama en particular. Las camas están relacionadas con el descanso, los sueños, el amor y la muerte. Las ideas más bellas son las de Séneca y las de Flaubert. Séneca, el estoico, mi maestro, cree que el peor sueño en la mejor cama es un absurdo y que una cama sencilla, la más sencilla de todas las camas dobles, es un pedestal cuando el durmiente pasa al otro mundo -al mundo de los sueños y la fantasía- en el instante mismo en el que pone la cabeza sobre la almohada. Como admiro a Séneca y admiro su estoicismo adoro las camas sencillas en diseño y dobles en tamaño y duermo como un ángel desde que tengo recuerdos de mi dulce existencia porque aprendí a vivir según el mandato de Séneca y Séneca cree que dormir bien es el regalo superior que nos da la vida cuando nos disponemos a descansar seguros de que hemos cumplido ante la Providencia cada día y porque cada día bien vivido es la garantía de que se ha vivido una vida bien vivida y eso es lo único que nos debe importar de verdad. Dormir bien es vivir bien, vivimos para dormir.
Flaubert no fantasea con lo que dirían las paredes si hablaran sino que piensa en lo que diría una cama: una cama de hospital, una cama de hotel, una cama de bebé, una cama de moribundo… piensa en todo lo que ocurre y en todas las ideas que pasan por la mente de la gente mientras está en una cama.
La cama que ven en la fotografía es mi actual cama
cama
Sólo he tenido dos.
Esta cama la tengo desde hace diez años. Está un poco deteriorada pero es ley que si cambio de cama es porque cambio de casa y cambiar de casa va a ser un asunto complicado.
En esta cama estoy pasando una especie de luna de miel porque la estoy recuperando de nuevo. Dormí acompañada durante tres años, quebranté una de las promesas que me había hecho de niña: no dormir nunca acompañada, siempre sola.
A la cama le entra el sol cuando hace sol y viento cuando hace viento. Me gustan las ventanas abiertas, los espacios llenos de luz, porque amo la naturaleza.
La pared es azul y la cama está vestida de azul porque el azul es el color del sueño.

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