miércoles, 16 de marzo de 2016

Una muñeca bailando

Cuando era niña no me sentía niña sino niño o señor, más señor que niño, y veía televisión con mucha seriedad, con la mano en la barbilla. Sentía que extrañaba mi barba, viví con esa sensación hasta cuando cumplí catorce años, sentía que venía de otra vida y que mi familia no era mi familia, vivía con la sensación de que había llegado al lugar equivocado.
Me gustaba mucho ver programas musicales en vivo y si el cantante bailaba acompañado de otros bailarines me gustaba más. Estaba enamorada de Raffaela Carrá cuando tenía siete años, la veía cantando y bailando y me imagina que yo no era una niña de siete años sino un muchacho de veinte, soñaba que ese muchacho se fascinaba tanto con esta mujer que parece una muñeca bailando y no podía entender que un hombre renunciara a ser hombre porque deseaba verse como Marilyn Monroe o como Brigitte Bardot. Yo pensaba que si fuera hombre y deseara verme como una mujer elegiría como modelo a Raffaela Carrá.
Este video es la materialización total de la muñeca bailando
Aquí no es una muñeca, es una mujer. Cuando la veía pensaba que encarnaba el ideal de mujer libre. La veía como feminista sin haber leído sobre feminismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario