sábado, 25 de julio de 2015

Emprendedores colombianos en la red. El caso @aspasiasegunda

Hace más de cinco años fui invitada como conferencista en la Universidad Externado de Colombia. Seis conferencias de tres horas para un grupo de estudiantes de Comunicación Social. 18 horas para hablar de mí y de mi experiencia como experta en redes sociales. Alguien pensó que tenía material suficiente almacenado en el cerebro para convencer a un grupo de jóvenes entusiastas de que gracias a la tecnología podrían llegar tan lejos como yo, podrían soñar con comprender la verdad revelada a través de mi experiencia.
La Conferencia tenía un nombre: Cibercultura. Yo, a través de mi voz, como una Autoridad, sin material, sin evaluación, sin participación de los jóvenes entusiastas, debería hacerme oír y pasaría la materia quien tuviera el valor de soportarme durante 18 horas sin parpadear. Una especie de tortura dividida en seis sesiones que equivalía a tres créditos y que ellos -las víctimas- debían soportar en silencio y con resignación. Todo el curso pasó la “materia”. Yo me sentía culpable haciendo el ridículo más grande de mi vida.
Al final, en la última sesión, sentí congoja, pena y pesar por esas jóvenes promesas amantes de la tecnología, la cibernética, las redes sociales, el posthumanismo y las transacciones bancarias en línea. Sentía que los había defraudado. Ese día me prometí a mí misma no volver a presentarme como disponible para una experiencia tan triste y tan dolorosa.
Entre el grupo de víctimas había una niña que logró llamar mi atención. Era una joven formal, atenta, amable y bien dispuesta para oír a su sabia de turno. Era una joven dulce, con voz de teletubie y una estatura que oscila entre lo bajo y el enanismo. Ni bonita ni fea, ni gorda ni flaca. La versión de una estudiante amable en miniatura, con mirada y actitud servil.
¿Por qué destaco la bondad, la estatura y el tono de voz de @aspasiagunda? Porque en Twitter y en Instagram, como dicen en tono coloquial: se nos creció la enana.
¿Cómo supe que la niña servil en miniatura es la misma @aspasiasegunda de Twitter? Supongo que ella apareció de la nada para recordarle a su maestra que había sido una de las privilegiadas, que había tenido el gusto de haberme oído durante las 18 horas. Y, entonces, ese día supe quién era, la recordé perfectamente: era la niña servil y bien educada que soportó las conferencias de Cibercultura con una mezcla de gozo y resignación.
@aspasiasegunda no tiene nombre oficial. ¿Por qué? Sólo ella lo sabe, pero ha sabido ganarse el respeto y la admiración de hombres y mujeres que seguramente sueñan con gozar alguna noche con los encantos de semejante mujerón.
Al comienzo se abrió camino sola, posando de inteligente, culta, profunda e irreverente. Un día cualquiera publicó una fotografía y alguien le dijo que era la mujer más sensual del universo y ella se lo creyó, entonces decidió que la mejor estrategia de marketing era posar con el paquete completo, quiso encarnar a la mujer ideal: inteligente, profunda, sabia, sensible, con buen sentido del humor, crítica, puta en la cama y divertida en Oma y en Juan Valdez.
Se convirtió en una Institución con el lema Viernes de tangas al tobillo y logró hacernos sentir que hasta cuando nos informaba que estaba en un trancón o llovía torrencialmente ella seguía siendo la puta insaciable de siempre. Los tuits de @aspasiasegunda deben ser leídos con un largo gemido para que se entienda su sentido profundo y cabal.
La bella Aspasia ha concretado varios momentos decisivos a lo largo de su carrera:
1. Se gradúa como Comunicadora Social.
2. Crea su cuenta en Twitter.
3. Reconoce y se presenta ante su Maestra de Cibercultura
4. Conoce a Virginia Mayer
5. Es contratada en KienyKe.
6. Se vuelve influyente en Twitter
7. Se toma la primera foto en calzones.
8. Daniel Samper Ospina la descubre.
9. Empieza a publicar en la revista SoHo.
10. Contrata un fotógrafo que le permitirá exhibir todos sus encantos en Instagram.
A continuación algunos tuits de la emprendedora. Recuerde el lector que estas pequeñas obras maestras escritas con arte e ingenio deben ser leídas con un largo gemido, como si quien escribiera fuera una loba en celo muy inteligente, crítica y profunda. El paquete completo:
Si de verdad les gustara más la inteligencia que la nalga el Reinado no existiría, pero ustedes perdonan cualquier ignorancia en tanga.
Nada más sexy que una buena conversación.
Yo jodo pero valgo la pena. El premio es pa’ el que aguante.
Un hombre como Pirlo, que la meta con elegancia, pues.
Intentémonos que ya es viernes.
Estado civil: pecando…
aspasia

No hay comentarios:

Publicar un comentario