jueves, 23 de julio de 2015

Felipe Restrepo Pombo: celebridad del nuevo periodismo

Tuve el placer de leer a Felipe Restrepo Pombo sin saber quién era, encontré por casualidad una biografía de Francis Bacon (el pintor) y sin pensarlo mucho compré el bendito libro. La vida de Bacon es alucinante y quería saber cómo abordaría un biógrafo contratado por Panamericana a este personaje tan particular.
Me encantó el estilo del biógrafo y la forma en que aborda la vida del artista, sentía plena identificación entre el objeto de estudio y el observador. Me emocioné al saber que se trataba de un periodista bogotano y Felipe es muy bogotano, nada que ver con Fernando Molano, el homosexual pobre y feo que murió de sida poco tiempo después de su "compañero" Diego y que ahora, gracias a Héctor Abad Faciolince y a David Jiménez Panesso, va directo al Olimpo de las Letras Colombianas que compartirá con Andrés Caicedo, no precisamente por su su estilo o la originalidad de los temas tratados en las obras sino gracias a su "muerte prematura". En la biblioteca Luis Angel Arango le montaron un altar a Fernando -el bogotano pobre que aprendió a amar la literatura en las salas de esta biblioteca- con el propósito de exaltar su Grandeza nacida de la pobreza y la fealdad.
Felipe Restrepo Pombo no tiene nada que ver con el muchacho pobre y feo que soñaba con conocer el mar y correr desnudo por la playa tomado de la mano de su Diego, introducirse lentamente y amarse todavía más lentamente bajo aguas recién descubiertas… No, nuestro periodista estrella es mucho más cosmopolita: ha recorrido dos veces el mundo en busca de celebridades para entrevistar y luego perfilar en revistas tipo SoHo, el espacio donde concurre la "nueva camada" de los Nuevos Cronistas de Indias, la fábrica de premios para "el mejor cronista colombiano": Alberto Salcedo Ramos.
El título del libro es vendible: "Nunca es fácil ser una celebridad" y Felipe, como toda una celebridad del periodismo colombiano, ha aceptado entrevistas para casi todos los medios. Nos explica por qué es tan emocionante entrevistar celebridades y luego escribir sobre esos hombres y mujeres que él quiere presentar como simples seres de carne y hueso, como tú o como yo, pero que no puede dejar de exaltar en sus perfiles que saben a libro viejo porque no son textos pensados para un libro sino que son encargos publicados en varias revistas durante los últimos quince años y que algún editor intuitivo de Planeta vio con buenos ojos para vender muchos ejemplares.
Felipe se prestó para el juego, pudo haber escrito otra biografía tan buena como la de Francis Bacon, algo uniforme y calculado, pero prefirió ceder a los requerimientos del mercado y al placer de ser la celebridad del momento gracias al lanzamiento de su nuevo libro.
Lo más ofensivo de este tipo de perfiles, tan de moda en todas las revistas culturales y de farándula en Colombia, tiene que ver con el hecho de que estos periodistas consideran que por el simple hecho de observar el contexto en el que la celebridad se mueve, porque "estudian" cada uno de sus movimiento de manos y de ojos, porque revisan una y otra vez sus respuestas y sus titubeos, porque se ponen en contacto con amigos y enemigos de la víctima, porque recorren cada uno de los pasos que ha andado la estrella del momento, se ponen por encima del protagonista de la historia y se sienten con el derecho para interpretarlo, juzgarlo y ponerlo en ridículo ante sus ávidos lectores necesitados de morbo. La víctima puede ser Hugo Chávez o el último eliminado en el reality de Caracol.
Felipe se da el lujo de exaltar a Juanes y de burlarse de Houellebecq; nos presenta la imagen desgastada que todos conocemos de Ingrd Betancourt y de Antanas Mockus, nos recuerda que Ruven Afanador es grande gracias a una copia vil de la información que se encuentra de este fotógrafo de celebridades en Wikipedia. Una de dos: o nuestro Felipe fusila "biografías" de Wikipedia o es colaborador de esta nueva enciclopedia. ¡Increíble y inadmisible!
No-es-facil-ser-una-celebridad

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