domingo, 26 de julio de 2015

Feminazis en Bogotá. ¿Realidad o leyenda urbana?

Desde hace tres meses me persigue la palabra feminazi y todavía no tengo claro si es un chiste o una nueva deformación del feminismo.
Primero fue una conversación con mi hermana sobre una conversación de mi mamá con ella sobre una conversación de ella con una médica sobre lo complicado que puede ser para ellas (las médicas) encontrar hombres dignos de su estatus profesional y económico. La médica le dijo a mi mamá que muchas colegas tienen novios o parejas estables jóvenes y que ellas están bien dispuestas a sostener económicamente a esos hombres por el simple hecho de no estar solas, por aparecer ante sus vecinos como mujeres plenamente realizadas en el plano amoroso, como parejas normales.
He visto tuits burlescos de hombres que buscan novia feminazi. Lo que desean estos nuevos soñadores es una mujer profesional, feminista, independiente, clara en sus objetivos, con trabajo estable, carácter fuerte, carro, dispuesta a conquistar al hombre, a pedirle sexo, a pagar el motel después de haber pagado el almuerzo y la invitación a todas las atracciones del centro comercial.
He visto a varias vecinas salir felices a trabajar mientras su esposo (un vago) se queda todo el día descansando. Cuando regresa ella se ocupa de atenderlo y complacerlo. ¿Es también esa otra vertiente del feminismo mal comprendido? Cuando veo a esas rebeldes recuerdo la frase común que dice que gracias al feminismo las mujeres además de ser madres, esposas, amas de casa, consejeras, buenas cocineras… además de todo lo que hacían antes de la revolución, ahora también deben trabajar. Muchas mujeres salen a trabajar mientras su esposo se queda todo el día en la casa viendo partidos de fútbol y porno en RedTube. Esa es mi sospecha cuando veo los buses llenos de mujeres todas las mañanas y todas las tardes.
La feminazi es una feminista que reniega del sistema opresor y para oponerse al orden patriarcal asume el rol del hombre. Tiene un conflicto con los hombres, los odia y los desprecia y su forma de manifestarlo es convirtiéndolos en objetos y en víctimas. Lo peor de esta causa es que a muchos hombres les parece excitante que una mujer los trate de esa forma, les parece divertido que “abusen” de ellos. Tengo un buen amigo con una novia feminazi. No sé si este nuevo fenómeno da para reír o para llorar.
Feminazis-Karina-Billa-2014 (1)

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